jueves, 25 de diciembre de 2008

Alumnos Colegio de Lloreda (Tremañes) FELIZ AÑO 2009


Ahora que finaliza el año, deseo felicitarles el año a todos estos compañero que formaron conmigo,  o yo con ellos,  aquella promoción de alumnos de D. Augusto,  una clase y un colegio que extrenó en  aquel año camiseta del colegio, supongo que debía ser el añp 63 o 65...?

Recuerdo escasos nombres, tal vez el que me ha quedado es el de "Urbano", el único chico rubio de Tremañes, el tercero de la primera fila de abajo, empezando por la derecha es Angel, el jijo de Eloisa la Practicanta;   el cuarto de la segunda fila es Fleitas,  el que tiene la x en el pecho es Taboada el mayor, que vivía en la calle los Pinos, y debajo de éste a la derecha, medio tapado, es el que esto suscribe.

A todos ellos un FELIZ AÑO 2009, y si acaso alguno se reconoce,  pues que  me envie un email y me diga quién es... así podremos ir recomponiendo el mosaico histórico de Tremañes

Chusi (Tremañes)

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Fuente del Mortero y Tremañes, cita con la historia y los juegos


El Mortero o Morteru siempre fue un lugar de juegos para los de Tremañes, al menos para los que vivíamos en la zona de La Fuente, que siempre fuimos los más inquietos y andariegos, era raro en aquel tiempo cruzarse en los años 63 a los 68 con cuadrillas  vagando por la parroquia, salvo los de Lloreda, nuestro caso era un poco especial lo patrullábamos todo y en todas parte metíamos el “cuezu”.

El Mortero nos quedaba algo lejos, y por tanto lo teníamos para disfrutar los fines de semana, aún recuerdo haberme bañado alguna que otra vez en el río que cruzaba las praderías conlindantes, pero la prohibición de acudir a tal lugar vino pronto, pues de no sé qué cueva, mi hermano José Javier, apareció, bendita ignorancia, con un par de granadas de mano a casa y que había encontrado en la zona,  que parece que fue zona de conflicto durante la Guerra Civil , a partir de ese momento se acabaron las contemplaciones y los juegos a ese lugar.

Me viene al recuerdo que ya llevábamos un tiempo mal en casa con mi padre, todo eran lios, paliazas, etc, etc, por lo cual, tanto yo como mi hermano Jose Javier y creo que alguno de los de Practicanta,  decidimos aprovisionarnos durante una semana de distintas viandas, y una noche nos fuimos de casa por la ventana con la idea de ir a vivir al Mortero, hasta la fuente llegamos pero creo que como a las dos horas, debía ser la medianoche, hubo tal jauría de ruidos que regresamos en un santiamén a la casa, sin que nadie diera cuenta de tal cuestión. Menos mal.

Siempre me llamó la atención el manantial al que  íbamos a beber con cierta frecuencia cuando andábamos en la zona pero, siempre me causó cierto miedo el gran boquete por el cual manaban abundantes y cristalinas aguas; recuerdo que hubo un par de años que proliferaron mis visitas dominicales a mis primos los Guerra de del poblado de Santa Bárbara, y con ellos acudíamos más a menudo, eso sí evitando el caleyón lleno de basuras y también de viejas leyendas que ya traje hasta estas páginas.

Con el tiempo supe que en tal ubicación se encontró la diosa Fortuna Balnearia, un emplazamiento de Tremañes, que se ha convertido con el tiempo una reivindicación histórica del poblado de Santa Bárbara, y todo parece indicar que seguirá igual durante mucho tiempo porque el Ayuntamiento no baraja ningún proyecto para recuperarla, a  lo cual parece ajena la Asociación de Tremañes,

Hubo un tiempo que el  Compañero Carlos Zapico, que ocupó la Concejalía de Medio Ambiente tuvo la idea de hacer algo al respecto de El Mortero, donde  se encontró el ara a la Fortuna Balnearia, o sea  altar único consagrado en época romana a la diosa de la Salud a través de las aguas, y fue precisamente tal ara y la fuente la imagen con la que la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, promocionó el balneario, ya abierto cerca de la playa de Poniente, y cuyo título además  lleva una interesante colección de libros que edita el Ateneo Obrero de Gijón.

 
Pero como digo el Concejal Anuncios, como le llamaban algunos, anunció sobre el años 2000 alguna actuación, pero supongo que como el Plan Ciclista para Gijón que hice para tal Concejal, que quedó en la nada y se proponía toda una actuación con respecto a la Via Vrede de la Camocha y un vial ciclista por toda la parroquia…


Pero como digo la Asocicación de Tremañes, siempre permaneció al margen , ha tenido que ser una vez más el presidente de la asociación de vecinos de Santa Bárbara, Mariano Fernández, que explicó a la prensa estos días “que la fuente también tenía un lavadero al que solían ir la gente de Tremañes y Santa Bárbara. Al principio se le dio importancia al conjunto, pero poco a poco quedó en el olvido. La pena es que no se haya recuperado cuando se hizo la senda verde de La Camocha», señaló. El presidente vecinal no tiene muchas esperanzas de que se subsane tal olvido. «Ahora nos dicen que hay restos de unas termas romanas y que no se puede hacer nada sin el permiso del Principado. A mi me parece un camelo porque pasan los años y por ahí no pasa nadie. En todo caso está en muy malas condiciones, y al menos podían limpiar y adecentar la zona».

Así son las cosas.

 Victor Guerra

sábado, 22 de noviembre de 2008

Tremañes agropolitana


Ayer asistí a uno de esos encuentros que los paisanos de la aldea tratarían  de una forma que a mi amigo Jaime Izquierdo, hoy Asesor de la ministra de su ramo,  no le gustaría ni un pelo por mucha gracia que tuviera.

Y no dejaba de ser algo esperpéntico el tema de  hablar  de la desaparición de la aldea, entre tanto alcalde como allí acudió, tanto diputado, y altos cargos oficiales con responsabilidad  en gobiernos regionales y entidades locales tan relacionados con esto de la aldea, y ya lo que jodía es que  rieran las graciosas anécdotas de un pesadísimo presentador que consumió casi una hora en platicar sobre la aldea y sus moradores, teniendo la aldea tan desgraciada como la tenemos, y no es para tomarla tan a risa.

Y digo que era esperpéntico por varias razones, primero por la asistencia, pues vi yo pocos aldeanos, y si mucho aldeanismo del Oviedín,  o del gijonismo del alma, que monta tano uno como otro la burra de siempre,  y había  mucho “apegau” al partido, como dirían los paisanos digamos,  que vi en el argot aldeanu mucho “chepu de la política” de esos que hablen de aldea y aldeanos con la cartera caliente en época de crisis;

Era esperpéntico que se presentase el tema y el libro de Jaime Izquierdo, en la aldea gijonesa, no en Tremañes, o en Jove, que ya no queda aldea , sino en  la aldea noble en Cabueñes y en el entorno del Jardín Botáncio, marco por excelencia  de rancio abolengo,  algo artificial para hablar de vaques, moñigues, y de futuribles…

 No se crean tal vez yo no tenía el día para luego tomar vino español con tanto responsable político, dada las prescripciones  médicas de mi estimado chamán particular  el Dr. Rekarte o que viendo como está mi querida alea, la cual se la han cepillado alguno de los responsables que  estaban ayer allí riendo las graciosadas de Méndez de Luarca   y Navia Osorio, a las cuales yo no les vi tanta gracia, salvo que haya que ponerle el matiz de  aquello de que vienen de la boca de un subsecretario del Ministerio,  y ya se sabe que eso pesa,  y además ya se sabe  que desde el franquismo  mandan más que los ministros.

Pues eso hablar de soluciones de compaginar ciudad y aldea visto desde la perspectiva de un natural de Tremañes no deja de tener su guasa,  y más en estos momentos donde las operaciones urbanísticas se han comido el territorio, y donde para colmo se están implementando acciones como nueva subestación eléctrica proyecta por Red Eléctrica,  de alta tensión de 400.000 voltios que irá en los entornos de Lloreda  o sea que nos vamos convirtiendo además en  el «basurero ecológico» en que se ha convertido la zona industrial del concejo «por la concentración de instalaciones de riesgo para la salud y el medio ambiente entre las que se encuentran además  cuatro torres de alta tensión de 240.000 voltios, un transformador de 60.000 voltios, etc…

Fue graciosa la presentación y me hubiera gustado que se hubiera presentado en el marco de los nuevos polígonos industriales de Tremañes y vieran lo que ha perjudicado a la aldea determinadas decisiones y me pregunto si además de todo ello la aldea de Tremañes aún tiene paro?

UN saludo

Victor Guerra

martes, 4 de noviembre de 2008

MAGUESTU de los ANTIGUOS ALUMNOS INSTITUTO DE LA CALZADA


Aunque no es una noticia de Tremañes, sí que tiene alguna relación , pues buena parte de los chavales  de la epoca fueron, y fuimos, alumnos del famoso Instituto Padre Feijoo, que dirigian los Hermanos de La Salle (Los Baberos) primero tuvo su sede justo al lado del apeadero de Tremañes- La Calzada, luego ya se desplazó al lado de la Corralada, en la zona de la Pellejaría, dicho instituto todavía está ahi, ya que sus instalaciones las ocupa hoy el Colegio García Lorca.

Pues bien hace ya años se creó una Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto, y como acto social todos los años por estas fechas convocan el clásico AMAGUESTU, que está previsto para el Día 14 de Noveimbre a las 21, 30h, y bien lo siento como otros años, pues siempre me pilla fuera, en esta ocasión en Auch (Francia)  pero aaí tengo presente siempre a aquellos que mueven o estan presentes todos los años en el evento y que son su alma mater: Begoña Blanco Mercería Perottti) ; Jesúss Carvajal (Loteria y estanco de la Avd. Argentina) , Puri Huerta y Fernando Alvarez.

Así mismo tienen lotería de Navidad.

Para la asistencia al Maguestu, hay que avisar y poner como ayuda  unos 5 euros, y uno de los telefonos para el aviso es el TLf.  615 282 488 (Puri Huerta)

Os dejo un enlace con la pagina del IES Padre Feijoo que recoge parte de su historia 


Victor Guerra

domingo, 2 de noviembre de 2008

TRemañes y los Autobuses

«Las líneas 14 y 25 pasan con una hora de periodicidad, por lo que los usuarios tienen que saber cuánto van a tardar»
26.10.08 -  EVA G. LLERA
Lo cierto es que tengo ganas de dedicar un día a montarme en la línea 14 y en la 25 y recorrerlas de punta a cabo, y contarles la aventura, mientras aquí tienen una pelea más de Tremñes con los autobuses (Victor Guerra)
Tremañes quiere entrar en la era tecnológica. Representantes de la asociación de vecinos San Miguel de Tremañes demanda lo que considera una necesidad «imperiosa para los vecinos»: unos paneles de información técnica en las paradas de los autobuses municipales que recorren la parroquia.

Según explican desde la agrupación vecinal, en la parada ubicada en El Plano, porque el que pasan las líneas números 14 y 25, carece de estas pantallas informativas que indican al usuario el tiempo de espera hasta el siguiente servicio.

«Estos autobuses hacen servicio a Sotiello y Tremañes. Ambos núcleos urbanos carecen de supermercados por los que los vecinos de estas zonas tienen que desplazarse con frecuencia a hacer cualquier compra a La Calzada», explica un portavoz de la asociación de vecinos.

«A los vecinos de la zona les gustaría saber con certeza la llegada del autobús a El Plano, tanto la línea 14, que hace el recorrido del Infanzón a Sotiello, como el 25, que viene desde Deva a Tremañes. Ambos pasan una vez cada hora. Los usuarios necesitan estar seguros de si ha pasado o no para poder tomar otra decisión como coger un taxi si les urge la llegada», concretaron.

En la misma línea reivindicativa se ha pronunciado la agrupación vecinal Evaristo Valle de Tremañes. El colectivo ha solicitado a Emtusa mejora en los servicios de autobuses municipales y también paneles informativos que sirvan de indicadores a los usuarios.

«Necesitamos al menos para algunas de sus paradas ya que Tremañes no dispone en ninguna de las marquesinas de las paradas del autobús dicha información», critican. Según la opinión vecinal, «esta información es más importante en estas dos líneas, en las que tardan tanto en pasar los autobuses del servicio público, que en otras de la ciudad que pasan cada 10 minutos. Si pierden uno al poco tiempo disponen de otro, y, sin embargo, sus paradas ya cuentan con estos paneles informativos», denunciaron.

Mejora de la flota
Los vecinos de la parroquia Tremañes añaden a sus quejas que «la flota de autobuses que hacen el servicio al barrio son los peores de toda la ciudad». Desde la asociación de vecinos se ha solicitado al Ayuntamiento de Gijón «insistentemente que se pongan mejores vehículos para estas dos líneas, ya que hacen recorridos muy largos y no son nada cómodos», explicaron.

«En repetidas ocasiones se han tenido que hacer transbordos porque el autobús que habías cogido para ir al centro de Gijón se había averiado. El pasado lunes el autobús número 14, que debía pasar por la parada de El Plano a las 19.25 horas, no pasó porque no funcionaba en condiciones», afirmaron

domingo, 26 de octubre de 2008

Tremañes en la memoria


En Gijón hay barrios para todos los gustos, y cada uno de ellos tiene sus modos y maneras, los cuales han ido configurando como un guante a sus moradores a la vez que ha ido alambicando toda una idiosincrasia que ha conformado y conforma, la propia historia del barrio.

En un número ya pasado de AGORA, intentaba retratar un carismático barrio gijonés como es Cimadevilla, y algún amigo,  y hasta el director de la revista me hacía algunas precisiones históricas e historicistas, y aunque les doy la razón en casi todo ello, no hay que perder de vista lo que en el imaginario colectivo se impregna. Por ejemplo “La Perala”, me queda claro que no era una puta, pero así ha quedado en el imaginario colectivo de Gijón, y más, si nos referimos a los que vivimos en el Gijón Extramuros, a los cuales nos quedan como retazos ciertas historias, recuerdos e imaginarios colectivos.

Supongo que cuando revisamos el imaginario sobre una parroquia, por ejemplo la mía Tremañes, nos asaltarán las imágenes tópicas de gitanos y portugueses a tutiplén, o que tal territorio, era y es, el paraíso de las naves industriales. En parte fue así, pero visto desde la perspectiva del oriundo o del autóctono esa imagen no se ajusta a la realidad como debiera. Eso es lo que sucede cuando se describen los barrios no desde la base documental, sino muy al contrario, buscando esas imágenes que a uno le quedan en la memoria, en la retina, en el subconsciente.

Dicho esto, paso como ave de pluma, por un barrio cuya frontera traspasé tantas y tantas veces, primero para visitar a una tía abuela Doñas Rosario, trabajadora de Metal Graficas Moré, que vivía en “Les Cases del Prado” (Cuatro Caminos), casas que aún perviven encajonadas entre un bar con solera como es “La Pipa”, y lo modernos edificios de entonces, que le cortaban el paso hacia la carretera de Moreda al Musel, lo mismo ocurre ahora, lo que pasa que la carreteruca se ha ampliado y ahora se titula como  una moderna  Avenida del Príncipe de Asturias.

 Estamos hablando de hace casi 50 años, una eternidad y ya en el 2007, año al cual los críos de entonces parecía que nunca íbamos a llegar, y ya ven ¡Aquí estamos¡

En las constantes visitas al barrio  de La Calzada uno se iba dando cuenta que esa gran urbe que hoy alberga a más de 60.000 almas, se parte y reparte en trozos y medidas, en calles y personajes, pues aunque se habla de la Calzada como algo homogeneo,l uego uno se da cuenta que comienza en una difusa frontera marcada por otro barrio como es el del Natahoyo, y que concluye a la puerta de la nada de entonces: Puente Seco;  y cuyo barrio hay que sumarle el sabor rural de buena planta que supone  la parroquia de Jove con sus Quintas y bellas casonas.

Pues eso, uno se iba dando cuenta que ese gran espacio estaba compuesto por unas sutiles fronteras que delimitan a su vez  una especie de micro barrios, como si fueran muñecas rusas: así tenemos a vuela pluma: Cuatro Caminos, Cerillero, La Yenca, Fátima, La Govasa, La Algodonera, etc..

Pero esa percepción  no nace de buenas a primeras, sino que la fue obteniendo a medida que  traspasaba las lindes barriales camino de la escuela. Por cierto, si  hoy se quejan las mamás de lo que sufren sus retoños, tenían que vernos en de aquellas largas caminatas con 7 u 8 años, rumbo a la escuela, sita en pleno barrio de La Calzada, o dirección más tarde del Instituto,  con apenas unos 10, y allí íbamos cada día con el cabás a cuestas, como antes se decía, o sea con la cartera llena de libros y papelazos,  y sin olvidar tampoco la cesta con la comida  para devorar en la propia escuela, y todo ello aderezado  con una “jartá” de kilómetros cada día en la patucas.

De esta manera me adentraba yo en La Calzada, por medio de una muy certera frontera que marcada la terrible “Caleyina” , sendero que nacía al pie de la estación de RENFE que antes era Estación de Tremañes y ahora es Apeadero de La Calzada,

A partir de aquella siniestras frontera, cuyos limites de trazada eran un espeso “matu” a un lado, y un extraño muro hecho a base de escorias siderurgias de gran altura al otro, conformaba  aquel pasadizo el paso iniciático al barrio industrial por excelencia, aunque  ya por aquellas alturas se encontraba en pleno declive, pues sus industrias no eran otra cosa que corroídos muros que dejaban ver las despanzurradas tripas de lo que fue el tejido fabril más importante de Asturias

Aquellas industrias variadas y variopintas; “la cerillera, la aceitera, la harinera”, la algodonera, la sombrerera, la azucarera”, solo conocí por el nombre propio la Cordelera Varas, y como estrellas del universo industrial con bellas instalaciones estaban: Gijón Fabril, y la fábrica de cervezas La Estrella de Gijón, a lo que hay que sumar los múltiples astilleros de desarrollaban sus trabajos de  espaldas a la urbe.

Lo cierto es que resultaba para los oriundos de una  aldea como Tremañes, como era mi caso, un poco paradójico entrar en el barrio de La Calzada, con aquellos murallones de la Caleyina,  de Gijón Fabril, del Orfanato Enquire Cangas, cierres que parecían albergar mil y una historias de fantasmas, y de aparecido,  que nos permitían llegar a la modernidad.  ¿Por qué será que las fronteras entre los barrios como La Calzada y Tremañes, se presentaban a mis ojos tan siniestras, y llenas de murallones?

Una de aquellas fronteras era la que nacía al pie de la “Quinta Marina”,  sita en El Plano, un  paso a  nivel con guardabarrera de la RENFE,  cuyos molinetes para el paso peonil nos divertían tanto a los guajes de entonces. “Paso a Nivel” que tanto vidas se cobró, y cuya existencia siempre andaba revestida de macabras historias que cada día revivíamos los infantes camino de la otra escuela, en esta caso hacia la Academia de Don Paco, trayecto que compartíamos con el diario desfile de trabajadores hacia las fábricas de Moreda, o  de Loza.

Tal vez todas estas historias, ficticias o verdaderas, nimias o de envergadura, eran la más eficaz herramienta para contener a la muchachada dentro de los límites barriales solo profanados por la obligación de ir a la escuela, bien porque  nos habían echado por imposible de las propias, o porque los padres querían algo mejor.

 Lo cierto es que fuera de estos obligatorios trayectos, se veía poca muchachada cruzar las fronteras de los barrios, y cuando se traspasaban  eran algo así como las incursiones de la peliculera “Guerra de los Botones”, y lo malo no quedar sin botones, lo malo era presentarse ante la comandancia materna con aquellas trazas presentando como excusa inverosímiles aventuras fruto de nuestras calenturientas mentes infantiles.

Una de mis primeras impresiones del populoso barrio de La Calzada, era el de un olor que penetraba hasta los tuétanos, y con el cual una buena parte de la barriada convivía, mal que bien,  y que provenía de la “pellejería” situada detrás de la Calle Costa Rica, en los aledaños de aquella enorme corralada denominada “El Callejón” que rápidamente fue fruto de la piqueta para dejar paso a una moderna avenida.

Aquella pestilencia nos deleitaba, a los escolinos del 1º curso de bachillerato del filial nº 1 del Jovellanos,  allá por los años 1964, y lo hacía con el rancio alimento para nuestras pituitarias de la peste de los pellejos echados al secado. Echar de aquellos entornos tal industria, costó años y paños, y no fue tarea fácil. Para mi que se consumó tal destierro por temas de la incipiente gestión urbanística más que a elementos de salubridad.

Entrar en la Calzada, fuera de las obligaciones escolares, era un deleite pues era entrever  el mundo de la modernidad, más tarde descubriría que había otros mundos más modernistas, como el de la propia ciudad de Gijón, pero para aquel rapaz con apenas siete años, amén de las incursiones de la mano de los progenitores por tierras gijonesas, La Calzada, me parecía algo fantástico, pues por allí pasaban los tranvías que pillábamos los domingos para irnos a la playa-merendero de Aboño, solar playero del calzadismo, con sus mesas acotadas y hasta con propietario, como las tumbas en los cementerios.

Era un clasismo increíble pero compartible, como compartíamos a su vez la grey infantil los juegos y hazañas en aquella gran duna de la playa de Aboño. Hoy todo ese entorno está convertido en un inmenso Parque de Carbones, al cual hay que dar la espalda cuando se sube a la atalaya de la Campa de Torres, para no ver su fealdad e impacto..

De la Calzada, también me queda el recuerdo nocturno de rápidos cruces por sus calles camino del hogar después de una sesión de pesca de “panchinos” en el puerto pesquero del Musel, cuando había lanchas y pescado, cosa que ahora de ninguna de las dos queda rastro.

La Calzada fue madurando como uno mismo lo ha ido haciendo, y eso permitió conocer lugares y lugareños, como  Reugeot el sastre, a Peroti, a Don Enrique, el fáctotun de aquel abigarrado Ateneo Obrero de La Calzada que puso en su día marcha el masón Gervasio de la Riera.

Entre los personajes calzadistas nos podemos olvidarnos del gran retratista del calzadismo el fotógrafo César, oriundo de Tremañes, y al cual le veíamos por Pascua Florida, y por San Juan;  por su aldea natal. Y  así tantos y tantos otros, como el mítico Don Carlos Prieto, que tantas canas le sacábamos los neños de entonces, como médico cirujano del lugar; allí estaban “Kisol”, el gran “Quique” prodigio de la integración de la deficiencia en pleno barrio; más tarde  vendrían los Hevia Carriles, el cura Don José Luis, el de Fátima; más retrasado D. Benito, aquel cura rojo,  que dejó  con media sonrisa  boba a las beatas cuando se casó con la “rusa”.

Debería estar aquí a mi lado, mi tío Arturo, el Moliñeru” aquel que se fue para la Argentina, para el Buenos Aires de Gardel, ese que viene cada dos años, y al cual  necesitaría con urgencia para indicarme con su prodigiosa memoria, los  hechos y dichos que han sucedido en esta gran urbe obrera y fabril de Gijón.

Y sería necesario su regreso, como el de tantos otros,  y para que nos enseñaran a la vieja usanza, el estilo  oral,  quién era quién en el barrio. Es interesante el recuerdo de los que se fueron, pues su disco duro mental no se ha llenado de cosas vanas, ellos han dejado grabado a fuerza de nostalgia, un rinconcito en su disco duro, donde se almacenan los recuerdos más increíble s con una nitidez impresionante.

 Así se ha ido construyendo mi particular universo, reconociendo en este barrio una filosofía: El Calzadismo, que aún pugna por permanecer en pie en algunas calles, en algunos edificios y en algunos bares, como “La Pipa”, o “Casa Toni”,  por no olvidar  “El Cubano”  o alguna escondida bodega, ajenos  todos ellos a la postmodernidad que los atrinchera.

Esa filosofía todavía está presente, a retazos, en la Avenida de la Argentina a la que  se asoman modernos edificios, entremezclados con aquellos otros que vieron convivir a la pléyade anarquista y socialista, que asentó sus reales en estos parajes, luego vinieron los comunistas, aunque antes estuvieron los masones con un taller masónico en Jove, que arribó a tales parajes de la mano de Gervasio de la Riera colocando como título distintivo a tal futura logia el de “Evaristo San Miguel”,  De la Riera impulsó la creación del Ateneo Obrero de la Calzada, que conocí gobernando desde no se sabe desde que puesto o autoridad por Don Enrique, conocedor de empresas, utopías y maldades.

Pero esta es otra historia, la del Ateneo y sus historias políticas, que las hubo y muchas…

Y así se va construyendo todo un imaginario, lleno de ensoñaciones, donde el cine juega un papel importante en mi vida y en la del barrio, pues si en mi retina tengo el gran telón del Cine de Los Campos Elíseos, en pleno Gijón, debía ser yo muy pequeño pues poco más me queda en el recuerdo. El Cine Rivero en la Calzada es todo un referente para el calzadismo y la Calzada.

“El Rivero” era  cine al que bajábamos los domingos a la sesión de las tres, y como mucho  a  la de las cinco, aunque solía ser esta última para mayores; y lo hacían  desde los naturales de La Calzada, a los de Jove o los de las aldeas limítrofes, hasta llenar aquel anfiteatro “holiwudiense” en pleno pulmón calzadista.

Cine de barrio  que con sus películas de romanos, o de vaqueros, y como no de duchos y pérfidos espadachines alimentaba nuestras mentes para la construcción de artilugios para uso y disfrute infantil: espadas, escudos, historias, y tramas, que nos servían para todo un mes de juegos y andanzas.

Así era la Calzada, un barrio donde la filosofía reinaba por los poros de la urbe industrial, pues no en vano era escuela y universidad para muchos,  y un lugar donde sentirse ciudadano, y de cuya filosofía ustedes aún pueden disfrutar  entrando a tomarse una sidra  un viernes al atardecer en “Casa Toni”, en Cuatro Caminos, y bien pueden ilustrarse  repasando el libro: Foto Cesar, la Calzada de Gijón. (Hechos y personaje del siglo XX), cronista de un barrio y de una época que a buen seguro que les sugerirá más cosas que estas malas frases traídas aquí al refilón de la memoria.

Victor Guerra.

domingo, 12 de octubre de 2008

La Virgen, los solteros de Tremañes

Me hago eco de una noticia relacionada con Tremañes, mejor dicho con una parte de la parroquia: Lloreda, que es como un mundo aparte,

Pues  la fiesta parroquial siempre fue San Juan Bautista, ahora se celebra otra,  La Virgen del Pilar, aunque ello más que nada es referido a Lloreda


La Virgen de los solteros...

Tremañes celebra Nuestra Señora del Pilar con una comida vecinal, música, chocolatada y un partido de fútbol en el que perdieron por goleada los casados
12.10.08 - AIDA COLLADO

La Virgen de los solteros

Algunos de los vecinos que se reunieron ayer para comer en la sede de la asociación. / J. PAÑEDA

La empanada, el jamón y la cecina anunciaban ayer a los olfatos más despiertos que el barrio de Tremañes se había vestido de fiesta. Más de 60 paladares se reunieron en la sede de la Asociación de Vecinos Evaristo Valle para dar buena cuenta del menú elaborado por el Asador Don Pepe, tras una misa en honor a la Virgen del Pilar. Había qué celebrar. Los vecinos recuperaban una tradición 14 años después de su desaparición.

«La gente empezó a comentarnos que antes el barrio tenía unas fiestas muy importantes y que habría que recuperarlas, aunque sólo fuese para reunirnos todos en una comida», explica el vicepresidente vecinal, Manuel Celis. Dicho y hecho, eso y mucho más.

Porque tras la copiosa comida muchos otros vecinos se sumaron a la reunión para presenciar lo que, a su juicio, se convirtió en un momento histórico para la parroquia: el partido de solteros contra casados.

Más de 300 personas se acercaron al campo de fútbol «porque quien más o quien menos conocía a alguien que jugaba». Había animadores para ambos equipos, pero parece que La Pilarica, en esta ocasión estaba de parte de los solteros. Quienes no han pasado por el altar ganaron por goleada, seis a cero, al equipo de los casados.

«Fue un éxito total e inesperado. Cuando inauguró el campo la alcaldesa no vino tanta gente», recordaba divertido Celis. Y para celebrar el triunfo de la convocatoria, los miembros de la asociación lanzaron una docena de voladores.

Por la tarde, los más pequeños se reunieron en una gran chocolatada, durante la que se repartieron unos 200 donuts. «Mayores y jóvenes. Todo el mundo salió de casa», concluyó Manuel. Por la noche, la orquesta confirmó algo ya sabido: la fiesta del Pilar en Tremañes ha vuelto.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Videos de los niños de Tremañes


Aquí os dejo unos enlaces a los trabajos que han hecho o han participado los alumnos del Colegio Publico de Tremañes.



Homenaje a Maria Teresa Gonzalez
http://video.google.es/videosearch?source=ig&hl=es&rlz=&q=Homenaje%20a%20Maria%20Teresa%20Gonzalez&um=1&ie=UTF-8&sa=N&tab=wv#q=Trema

Vídeo “Cappuccetto Verde y el lobo rosa”

http://es.youtube.com/watch?v=LuO0AOa1ZOs

Vídeo “Michael y sus monstruos”

http://es.youtube.com/watch?v=e4plpnQPsCY

Vídeo “No quiero ser violeta”

http://es.youtube.com/watch?v=lkrUscZdwuo


Espero os gusten

domingo, 31 de agosto de 2008

La movida va por barrios, Sendas Verdes y Fluviales

Mucha historia con la nueva Senda que el Ayuntamiento ha hecho por Viesques, y nada tengo contra de ella, es más, ojala hicieran más y más kilómetros para paseantes y ciclistas en Gijón, pero me fastidia que como oriundo de Tremañes, se nos considere como de tercera, y no es un complejo, es una realidad, pues no haya nada más que ver el tratamiento que se le da a la nueva senda que va desde Visesques por el río Francia, adelante y que espero recorrer en breve, y el que recibe la vieja Via Verde de la Camocha.

Pero ante ello no me cabe más que preguntarme, y preguntar al Ayuntamiento de Gijón ¿Qué pasa con la Via Verde de la Camocha, que además del abandono al que está sometida, en algunos de sus tramos, ha quedado medio perdida en cu comienzo en los predios traseros de Santa Bárbara, al pie del Mortero..?

¿Cuándo piensa el Ayuntamiento proseguir la senda, tal y como se propuso en algún estudio ciclista, sacarla de su "impasse" y llevarla por la nueva pasarela que se contruirá en breve para poder conectarla de este modo con el carril bici de Moreda.?

Sería una buena cosa que la Asociación de Vecinos planteara este tema e hiciera sus alegaciones.

Que la Senda siga su curso, al menos hasta los aledaños del Colegio de Tremañes , donde debería tener un buen tratamiento informativo con paneles de recurso y descanso, como punto de inicio interesante y no como ahora en medio de la nada.

Pasarla por donde se crea mejor hasta la pasarela de la RENFE y de ahí plantear su conexión con el actual carril bici de Moreda,

Eso sí sería actuar en justicia, y no dejarnos comer tostadas por las nuevas sendas, cuando en Tremañes tenemos una de las mejores sendas, que debemos hacer nuestra, para de este modo hacer un interesante bucle cilopeatonal que pueda conectar a todo Gijón, incluido Tremañes

Espero que alguien de la Asociación tome nota de las suigerencias y las haga propias para no perder de nuevo el carril...

Victor Guerra


martes, 19 de agosto de 2008

Proyecto de Pasarela para Tremañes


El sueño de poder ver unidos dos barrios, o dos parroquias, se ha esfumado, al menos para otros 20 años.

Está claro que no había voluntad política, ni apuestas económicas atractivas para los amantes del hormigón y el ladrillo (entiéndase como constructores) ni jugosas plusvalías para llevar a cabo el soterramiento de las vías y que ello llegase, ya no digo a Veriña, pero si al menos a la altura de la instalación del ITV.

Y no ha podido ser, o no se ha querido, para decirlo más clarito, Ante ello el Ayuntamiento responde con un proyecto y nos vende la burra de la comunicación mediante subterráneo-pasarela de nuevas formas arquitéctónicas que no deja de ser una chapuza urbanistica, o una solución de medio pleo como la que podemos ver en la zona de Moreda con el paso desde el Natahoyo a Moreda.


En este caso según nos exponen no será un paso elevado para los coches, sino enterrado junto con el paso de los peatones, digamos que es la misma burra que la que existe, vestida con nuevos trapos y formas, y dando solución a una demanda que si es atentida , como es el nudo de comunicación de coches y mercancias.

El que se comuniquen dos barrios , separadaos por un muro que hoy es vergonzante como la vías de Renfe, es lo de menos, como de menos es ganar espacios verdes y hacer toda una proyección de futuro para la zona. Digamos que se emprende un parche muy bonito, pero al final no deja de ser un parche, que no debiera de ser tal, ya que todas las plusvalías de convertir el barrio de Tremañes en un imenso polígono industrial, y lo que lo ha tenido que vivir esta parroquia, debiera tener la compensación de una apuesta importante como el soterramiento.

Y como digo, el Ayuntamiento nos vende la burra a todo trapo y oropel, dejando en los buzones de los barrios este panfletillo.



Pero como vemos nos libera ni terrenos, ni es una solución interesante, y habrá que ver como se afronta el paso peatonal por un subterráneo.


El cambio habría venido de la liberación de terrenos para unir los dos barrios.




martes, 29 de julio de 2008

Un tremañense en los libros

En el Aula de Cultura de La Nueva España se presentó, ya hace días un nuevo libro sobre los PR y GR del Parque Nacional de Picos de Europa, en el cual he colaborado y que próximamente estará en las librerías.


Aprovecho para exponer otros trabajos de recorridos de senderismo y de BTT, aparte claro está de las publicaciones que he hecho sobre Masoneria, o Turismo.

Libros sobre Montaña y ciclismo que he publicado





jueves, 3 de julio de 2008

La protesta contra las barreras


Decenas de vecinos protestan contra las barreras del plan de vías Moreda, Poniente y el Polígono salieron a la calle para reclamar el soterramiento integral.
| Moro. GIJÓN

Decenas de vecinos de Moreda, Poniente y el Polígono de Pumarín salieron ayer a la calle con la camiseta morada -el color de la protesta- enfundada, megáfono en mano y fanfarria sonora de charanga para clamar contra las barreras arquitectónicas que estos tres colectivos consideran que lleva implícito el desarrollo de un plan de vías calificado de «insolidario y trasnochado».

Barreras en horizontal «como la que seguirán padeciendo Tremañes y La Calzada» con el alcance previsto para el enterramiento de los tendidos ferroviarios y como la que persistirá , a su modo de ver, entre el Polígono y Moreda «con una estación intermodal en superficie de más de 400 metros de largo y entre 5 y 8 metros de altura». Pero también barreras en vertical «con una edificación en altura y de alto valor añadido cuyo único fin es, para los manifestantes, conseguir plusvalías».

Las asociaciones vecinales convocantes, que constituyen el núcleo duro de oposición contra el proyecto aprobado de forma inicial por el Ayuntamiento para el suelo libre de vías, estuvieron arropados por organizaciones sindicales y políticas como CC OO, CSI y PCPE, además de representantes vecinales de otros colectivos de la ciudad que acudieron a la protesta a titulo individual. Todos ellos reclamaron al unísono el soterramiento integral de las vías hasta Veriña y echaron «en falta a IU». También el PP respaldó la protesta aunque ninguno de sus concejales participó en ella.

La reivindicativa marcha ciudadana partió pasadas las siete y media de la tarde de la plaza de La Habana, en Moreda, y recorrió a pie la avenida de Juan Carlos I y el paso elevado de Carlos Marx por la carretera, lo que provocó cortes de tráfico y las consiguientes retenciones de vehículos en la confluencia con la plaza del Padre Máximo González. La charanga El Ventolín animó con su música festiva todo el recorrido. Los manifestantes, que fueron saludados desde las ventanas de muchas viviendas con telas moradas, corearon consignas como «Sanjurjo tirano, escucha al ciudadano», «El gobierno local nos tiene que escuchar» y «Hay que soterrar la estación intermodal».

La Policía tuvo que desviar el tráfico y a los propios vecinos de la calzada, para evitar que los atascos fueran a mayores. Éstos no pudieron finalmente formar una cadena humana en el viaducto de Carlos Marx, como tenían planeado, y tuvieron que dirigirse hasta la pasarela peatonal de Moreda por detrás del hotel Silken. Una vez allí leyeron un manifiesto con 11 puntos donde avisaron que «no nos quedaremos con los brazos cruzados mientras pisotean nuestros derechos».

lunes, 30 de junio de 2008

La chanza de la Energía


Allá por los años 70 cuando la vanguardia política lucia pelo y utopías, aquellos rapaces del Colectivo Ecológico Libertario (CEL) nos manifestábamos contra las energías agresivas, y pedíamos energías renovables. Cuestión ésta que luego asumió toda la progresía política del momento, y todos dimos por buena la protesta contra la energía invasora, como la nuclear.

Eran tiempos difíciles de mucha utopía popular que consiguió parar por ejemplo Lemoniz, aunque tal vez el paro estuvo más en las manos de ETA y de los granes entidades financieras, que en las nuestras, aunque creo al final se ha instalado un sentimiento de haber podido parado aquello.

Luego unos y otros visitamos otros países y se comprobó que en medio de Francia, en Chinón por ejemplo, había y hay, una central nuclear y allí no parecían, ni parecen ir mal las cosas, ni que moleste tanto tal instalación, y no creo que los franceses nos superen ni por la derecha ni por la izquierda, pero eso sí parece que a día de hoy tienen resueltos sus problemas energéticos.

Pero nosotros no, y menos los astures que no nos hemos cortado un pelo en colocar centrales térmicas, redes de alta tensión por doquier, embalse y saltos de agua a cada regato que veíamos, sin que nadie chistase. Bueno sí, lo de la línea de Velilla ya huele por lo largo del tema y por las campañas en contra y a favor. Pues bien como los problemas no vienen solos, ahora me entero de que finaliza la moratoria sobre la energía aerólica, que es considerada como una energía “suave” a la que se ha apuntado todo cristo, concejos pequeños, grandes y medianos, ¡Y eso que había moratoria¡

Sí ahora que no parece que haya más barreras y se abren las puertas al campo, me pregunto si se puede magnificar una amenaza como es la proliferación de molinos por todas nuestras sierras y cordales.

Lo cierto es que la cosa empezó suave, y eran cuatro los molinos instalados en la región, pero ahora mire donde se mire el horizonte está jalonado de estas verticales columnas de enormes palas, con su gira que te gira.

Uno que no viene de la rama financiera o ingenieril que pudiera justificar tanta mecanización por nuestras serranías, sino de del sector turístico ve con asombro que las columnas estén mudas, desde los Popes turísticos institucionales, pasando por aquellos que ocupan las bancadas de la producción turística, ajenos todos ellos a esa modernidad de los molinos.

Hace años se estudiaba y se reflexionada sobre la devaluación subjetiva del entorno, que es lo que está sucediendo en Asturias con tanta plantación de molinos, que ni nos salvan de nuestro déficit energético, ni de la devaluación de nuestro paraíso natural, pues no dejan de ser un impacto visual sobre nuestros ricos y atrayentes horizontes, que ahora se ven poblados de estos megatostes de dinámicas alas.

Perdemos valor paisajístico, y entramos de lleno en la devaluación ambiental, y lo alarmante es que no haya un debate social sobre la pérdida de la calidad paisajística, ni sobre el coste de esa devaluación en una región que aspira a su reconversión en base a su paisaje. Ver para creer.

Víctor Guerra

sábado, 21 de junio de 2008

La “foguera de San Juan”


La “foguera de San Juan”

Llega de nuevo San Juan, y con la festividad, “les fogueres”, que hoy en día son un remedo de aquellas otras que durante el franquismo se encendían por los barrios y aldeas asturianas.

La de Tremañes, la recuerdo como grandiosa, y debía de serlo pues aunque en aquellos tiempos de tierno infante, uno paseaba poco por el resto de la parroquias y aldeas gijonesas, por no decir nada, pues además en esta época coincide que además de ser tiempo de quema en Tremañes se da la circunstancia que es la festividad de la parroquia que está bajo la advocación de San Juan.

En aquellos tiempos, tendría el que suscribe, unos 8 o 10 años y recuerdo dos emplazamientos de foguera, sin saber fechas exactas ni su correspondencia espacial, una de ellas era el espacio que había entre el chalet de Gregorio y el bar de Dorina (La Bolera), y otro emplazamiento era, o fue en alguna ocasión, en el propio “prau de la fiesta” aquel que lindaba con la vía del Feve, y que llegaba a un bar, del que ahora no recuerdo el nombre, y por el cual he discutido con mi madre, que me negaba la existencia de ese bar.

Eran tiempos de GIFESA, que premiaba las mejores hogueras, en las que se esmeraba buena parte del barrio, siendo leal no a los hechos acontecidos, sino como unos los recuerda, el patrimonio de echar adelante las hogueras en Tremañes, era algo así como de la gente del Plano, o sea la gente que se rodeaba entorno a Gregorio, aquel culto ingeniero con taller en Tremañes, y las hermanas Reugeot, y la gente de la Bolera, las cuales pasaban horas y horas en torno a la construcción de la foguera, muñecos, lemas e ironías varias.

Me daba la sensación de que era como un núcleo cerrado sobre sí mismo, y en el que participaban poco vecinos, salvo los de aquella zona, pues nunca oí en casa lo de ir a participar en las labores de la “foguera”, salvo un año que no sé por qué motivo nos fuimos toda la familia al patio trasero de la peluquería de señoras de Reugeot, y allí nos entretuvimos en rellenar paisanos y paisanas de paja.

Como digo, es toda una nebulosa el tema de las fogueras de Tremañes, lo único que me queda nítido solos las impresionantes quemas de la foguera con aquellos muñecos y los carteles que antes de prenderle fuego el vecindario y los visitantes se entretenían en ir leyendo.

Habría que ir leer la prensa de la época para ver lo intenso que era la foguera de Tremañes que yo creo que llevó algún que otro premio de GIFESA ( GIJONESA DE INICIATIVAS,FESTEJOS Y ATRACCIONES)

Recuerdo eso, cientos de personas bajando a la fiesta: vecinos, y familiares, y visitantes, y como no, las comilonas en casa con los más cercanos y en las cuales no faltaba el arroz con leche y las cuatro perronas para ir a gastarlas al tiro, o subir a las lanchas, y las escorribandas de unos a otros, con la tirada de corchos con los cuales nos ganábamos algunos sopapos de la familia o de algún vecino. Eran correrías que de noche tenían su pasión levantarles las faldas a las mozas, y correr de ellas, o de las parejas que perseguíamos por las caleyas de la zona.

La foguera desapareció al igual que la fiesta, cuando la parroquia se fue consumiendo ganada por la fiebre constructora de los polígonos que asolaron y asolan a Tremañes.

Es una historia esta de San Juan y las fogueras, que espero que un buen día recoja mi buen amigo Piñera.

Victor Guerra