lunes, 16 de junio de 2014

Los miedos en los caminos de Tremañes en aquellos viejos tiempos


Exponía no hace mucho en este mismo blog un programa  que estaba desarrollando en el medio educativo de Tremañes para el fomento de la lectura: TREMAÑES. UNA ESCUELA DE MIEDO¡¡¡ 

“Los monstruos han sido el eje sobre el que ha pivotado todo el trabajo, porque "es una temática que a todos los niños les atrae". Así, el primer paso, una vez establecida una red de colaboración entre los centros, fue el de crear un monstruo-mascota para cada escuela. El de Tremañes se llama "Lion" y no sabe hablar; sólo se comunica a través de códigos QR. Una forma de estimular la creatividad, porque los niños tuvieron que pensar qué mascota querían y después convertirla en algo tangible, y también de acercarles al mundo digital.

Los bichos han estado viajando por todos los colegios, con su correspondiente pasaporte, maleta y diario de viaje, porque los niños han realizado un seguimiento de sus movimientos a través de Internet. Además, han leído libros sobre el tema, han elaborado un museo virtual de monstruos con técnicas de diseño digital y han creado cuentos con la misma temática con los otros centros”.

Y esto me dio pie para entrar en el tema que a mi me asolo toda mi niñez  como fueron  los miedos infantiles allá por los años 60 y 70, en los cuales nuestros padres mismos , familiares y demás vecinos poblaban nuestras tiernas mentes con los viejos referentes que les eran comunes como la bruja y los ogros primero y luego con  El Hombre del Saco, El Coco, o el Sacamantecas, que eran mentados a la mínima,  uno no quería comer o se ponía rebelde pues ya le estaban cascando el tema del hombre del saco.

Esas tres figuras estaban en la boca de mi padre, o de mi la tía de mi padre que vivía con nosotros  Doña Rosario Piñera Díaz, y todo esto que poblaba nuestra imaginación  tomaba un terrorífico aspecto, cuando a lo mejor un noche algunos de los mayores de la casa colgaba en el fondo del pasillo alguna especie de espantapájaros o mascarito, o se vestían del hombre del saco  y entonces sí que  la imagen tomaba cuerpo y hacía estragos en nuestra psique infatil.

Por tanto el miedo a las zonas oscuras, a las oquedades a las zonas solitarias, al cruzarse de noche con el desconocido...si que  ocupan una buena parte del imaginario clásico infantil, al cual se unirán todos estos otros “monstruos” que no eran precisamente de risa, digamos además que nuestros miedos y monstruos eran más bien camineros, estaban ligados a los caminos de transito de la aldea con el resto de los núcleos circundantes.

Pero el miedo en la aldea de Tremañes, me imagino que como en otras muchas colindantes con poblaciones más grandes e industriales, se podía constatar como miedos antiguos (proveniente del mundo medieval) más bien ligados a las brujas  y a las mitologías clásicas de Ogros, dragones y personajes de novela y mitología; luego estaría el otro miedo moderno, procedente del renacimiento y las eras pre-industriales con sus muertos vivientes, mundos de vampiros y chupasangres varios…. aslato y cuestiones truculentas

Uno, era el miedo controlado  y difundido en medio de la comunidad siempre controlado y con posibilidad de envolverlo en la mitología, y el otro era el sobrevenido por el oscuro mundo pre e industrial, con el arribazón de gentes de todos los lados y latitudes con todo un mundo incomprensible venido de lo urbano....

En nuestro caso, o al menos en el mío, los miedos estaban ligados  a los  caminos y  a nuestros tránsitos escolares, bien para ir a las escuelas de primaria o para ir al Instituto, o para llevar la comida a nuestros progenitores. 

 Esos monstruos que poblaban el imaginario infantil –caminero no eran en general  románticos ogros o personajes de novela, sino el resultado de una España amiseriada  y sin apenas cultura, cuyo quehacer cotidiano estaba poblado por los sucesos que cada semana exponía “El Caso” y las habladurías entre la gente de los barrios, que sin habían matado a uno u a otro , o había raptado a un crío. etc… o las reyertas entre gitanos en Villacajón, eran los tiempos de El Lute, o de aquella mortal serie de televisión  de Historias para no dormir  de Chico Ibañez Serrador

Siendo muy niño, recuerdo por las calles de Tremañes los mascaritos, que poco tenían que ver con los carnavales de hoy, que no deja de ser  un cierto travestimos indumentario, y poco parecido a las mascaradas de antaño, donde era difícil saber quien estaba detrás de todos aquellos harapos, y mascaras que te zurraban a la mínima pero  estos estaban domesticados como tales factorías del miedo, eran las viejas maquinarias del miedo comunal. lo peor era lo otro lo truculento, lo inmaginable, lo que te acontece en la soledad de la noche..

LA TRAMOYA FISICA E IMAGINARIA

A todo esta fanfarria de personajes se unía las leyendas sobre muertos, o medios muertos que medio me acechaban por las caleyas de la aldea.  No sé si se trataba de marcar el territorio de la “Marca” del cual no debías salir o eral el resultado de un territorio en transición, de una aldea engullida a cada paso por la urbe.

Estos miedos míos estaban ligados  a los caminos y a ciertos enclaves:

 Al Norte estaba la tenebrosa Caleyina  que daba acceso desde la Calle Ancha (La Dehesa) por el  apeadero de RENFE de Tremañes a  la Calzada. 

Era un tenebroso trayecto de nos más de 300 mts, pero con un trazado un tanto sinuoso, y enmarcado entre un peculiar  y altísimo muro de estratos de cenizas  y restos metalúrgicos que cercaba los talleres de Renfe, el otro lado del camino estaba cercado  por un denso  mato  de espinos. 

Sobre  este extraño transito peonil se escuchaba de todo, que si era el escenario de asaltos, que si alguna mujer la habían  violado, que si de aquí habían raptado algún rapaz.. etc. Se escuchaban mil y un perrerías sobre lo que acontecía en ese trayecto.

Además era el camino único, más bien el más directo, para ir a la Calzada, y en él me asaltaron varias veces los gitanos de Villacajón, con malos resultados para ambos, ellos por el escaso botín obtenido y a para mi por el susto que me habían metido en el cuerpo.

Era además este trazado desde los 8 años  el  paso cotidiano  para los que  íbamos al colegio a al Instituto que estaba al par de la Pellejería de La Calzada, y cuando estaba en el instituto con 10 años y  nos quedábamos después  a las clases particulares, justo al lado en la Academia Covadonga  pues lo normal era salir en invierno de noche  y claro pasar a esas horas por ese camino era todo un atrevimiento, de hecho a veces guardábamos el tren para si algún viajero se adentraba por la Caleyina adelante y seguirlo  e ir más confiados. Y eran tiempos en que nadie de casa te acompañaba, cada uno hacía su camino.

Alguna noche, y ya de mayorcete, no fue ni una ni dos que me quedé a la ultima sesión del Cine Rivero, y a las puertas de esa caleya, que demás tenía varios entrantes fuera del trazado rectilíneo  que además  cuando los talleres de Renfe ya no funcionaban tenía  todo un aspecto tétrico con aquella casa medio destartalada y su pozo de maniobras, como digo no fue ni una ni dos cuando regresé  a La Calzada a Cuatro Caminos para  subir por  lo que hoy es Avenida Príncipe de Asturias y dar la vuelta por El Plano hasta la Fuente. 
Lo que era el miedo o más bien el terror.¡¡¡

EL MUNDO DE LOS DESCUARTIZADOS

La salida hacia el Este de Tremañes tenía dos opciones  o bien buscar el trazo de la carretera  general de Tremañes  por el Plano para después virar hacia Cuatro Caminos, pasando por delante de la Bolera de Reculta:  o hacerlo por el camino más directo como era el camino que iba hacia el Paso a nivel de RENFE,  situado bajo el medio tunel de Renfe que permitia e forma transversal el  paso de la carretera y que hacia por debajo de  la Peña Reculta.
UN poco como está ahora para entrar a Tremñés desde la Avenida del Principie de Asturias 
Este acceso situado a las espaladas  de la fábrica de Moreda, y cuyo trazado arrancaba  desde la finca La Quinta Marina dando acceso al Cortijo, desfilando por detrás de las cosas de El Plano.
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Un poco más adelante estaba el Paso a nivel de Renfe con sus chirriantes  molinetes, y sus accesos a la carretera que iba por arriba.

 Durante años,  las casas de los guardeses del paso a nivel estuvieron habitadas, pero luego se fueron cerrando con el característico aspecto dantesco que presentaban durante la noche. 

Tras cruzar el “paso a nivel”  empezaban los murallones  hasta la vieja mansión  el llamado Asilo Enrique Cangas (este fue un jefe de Falange -primer triunviro- nacido en Villaviciosa y  fallecido en el frente de Oviedo);  al pie de esta “Quinta” amurallada se repartían flujos peroniles, uno a la zona de las Casas del Prado  pasando por las Casas de la Constructora, y el otro ramal se iba hacia El Cortijo, y  de la fabrica de Loza  y al molino que regentaba mi  bisabuela  Adela Álvarez Entrialgo, situado detrás de dicha fábrica .

Este era un punto que junto con la Caleyina tenia  leyendas distintas, ya no eran asaltos que también, sino más bien era el escenario colectivo de varias y variadas muertes,  la mayoría acaecidas por el atropello en el cruce de las vías del tren, lo cual la mayoría de las veces traía consigo el descuartizamiento de la persona o chaval atropellado.

Por lo tanto nuestros miedos ya no eran tan terrenales como en la Caleyina que podían ser los asaltos, o intento de agresiones… aquí era más bien una escenografía  que se acercaba bastante al mundo de los zombis, brazos o piernas que se movían solas,  y cabezas flotantes, era más mental que físico,,, pero ahí estaba.

Y claro cruzar este paso sin habitantes en unos cuantos metros a la redonda, de noche algunas veces, yo lo hacía para ir a la Academia Don Paco  en El Cortijo, con  el ruido que producían los molinetes movidos por el viento, ya era la ostia.

LOS MIEDOS CONTROLADOS
Siguiendo con la pauta caminera y su relación con nuestros miedos estaban otros caminos , por ejemplo los que unian La Fuente con Lloreda a través de la Dehesa  por  el Camino que subía hasta La Jamaica, y que también cruzaba otra vía del tren como la del Carreño, pero no tenía tan mala fama, tal vez porque iba por prados abiertos y era una zona rural con  más de tránsito y casas aquí el miedo estaba  más ligado a los perros de las casas y fincas  que andaban sueltos, o podían estarlo, por lo demás eran como digo zonas con los miedos controlados provenientes más del mundo rural.


Lo mismo podía suceder hacia el Sur, con los caminos que daban a la zona de Santa Bárbara desde La Quintana, como el camino de la Braña o de La Torre, eran caminos  de cierta ruralidad más bien ligada al mundo medieval de la brujas y las mitologías al uso como el arribe por la Torre hacia Santa Barbara y su callejón del Mortero, que casi unca visitábamos.

Estos  eran parte de nuestros escenarios de miedo. 

Una aldea como otras muchas...,  donde los viejos contaban espeluznantes historias que durante el tiempo que las oíamos los críos no pasaba nada nos reíamos , pero luego cuando la noche se cernía  y teníamos que transitar por aquellos caminos ..otro gallo nos cantaba, en ese momento las risas al oír las historias se truncaban en estos espacios tan singulares y a altas horas en auténticos calvarios al menos para nuestras calenturientas imaginaciones.

Y la verdad es que esos miedos calaron mucho más de lo que pensamos en nuestro interior.

Víctor Guerra, Alias: Chusi,  fiu del Jesús el “Chan” y Lola .

jueves, 12 de junio de 2014

TREMAÑES EN LOS LIBROS. Amor y Anarquismo

Os pongo una noticia que han publicado mis amigos de LNE, acerca de un libro que ha escrito mi Querido Amigo Luis Miguel Piñera,  sobre un personaje natural de Tremañes, y del cual he publicado alguna reseña  en este mismo blog, se trata  del anarquista Avelino González Entrialgo.

Un día de estos publicaré la reseña del libro que ha escrito Luis Miguel Piñera, ya que aún estoy enfrascado en su lectura. Prometido¡¡

Por la izquierda, Begoña Piñero, Luis Miguel Piñera y Pachi Poncela.

Por la izquierda, Begoña Piñero, Luis Miguel Piñera y Pachi Poncela. JUAN PLAZA

Luis Miguel Piñera muestra en su nuevo libro la correspondencia epistolar entre un anarquista gijonés y su esposa
11.06.2014 | 04:28

J. M. CEINOS Buceando en los documentos que contienen las 2.500 cajas que los nacionales remitieron desde Asturias a Salamanca en 1937, producto de la saca que realizaron tras la caída del Gijón republicano en sus manos (el 21 de octubre de 1937), Luis Miguel Piñera, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, ingeniero Industrial y estudioso de los pequeños detalles de la historia, pergeñó su último libro: "De Gijón a Salamanca en 1937. Los papeles gijoneses en el Centro Documental de la Memoria Histórica en Salamanca", que ayer presentó en la librería La Buena Letra junto con Begoña Piñero, presidenta de la Tertulia Feminista "Les Comadres", y el periodista Pachi Poncela.

Y resultó un libro en el que, a través de la correspondencia epistolar entre un dirigente anarcosindicalista gijonés y su esposa, se muestra un fresco del Gijón inmediatamente anterior al estallido de la Guerra Civil, en 1936.

Avelino González Entrialgo (Tremañes (Gijón), 1898-Mérida, Venezuela, 1977), natural de Tremañes y vecino de La Calzada, "un obrero ilustrado", como lo definió Luis Miguel Piñera, fue el prototipo de anarcosindicalista, el movimiento obrero preponderante en Gijón hasta la Guerra Civil.

Tuvo que exiliarse, en Francia y en Bélgica, tras participar en la Revolución de 1934, y de ese exilio son producto las 26 cartas que se intercambiaron él y su esposa, Oliva Díaz Díaz. Unas cartas llenas de "amor a su compañera y a una causa", la del anarcosindicalismo, señaló Piñera.

Begoña Piñero enfocó su intervención por su lado de "mujer feminista", recalcando el avance que para las mujeres supuso el advenimiento de la Segunda República (en 1931), unas "inmensa reformas", afirmó, en igualdad jurídica, derecho al sufragio, matrimonio civil y divorcio. Y de las cartas subrayó la presidenta de "Les Comadres" que "Oliva mantenía a su marido al día" de lo que ocurría en Gijón y en la familia, un marido "amante de la familia, inteligente y culto. El matrimonio y sus dos hijas: Libertad y Acracia, se exiliaron tras la Guerra Civil. Los cuatro fallecieron en Venezuela.

Por último, Pachi Poncela preguntó en voz alta al autor, y también a los presentes, si Gijón sigue siendo una ciudad de izquierdas. La pregunta quedó en el aire



viernes, 23 de mayo de 2014

TREMAÑES ¡¡Una escuela de miedo¡¡¡

 

Tremañes acoge un congreso de fomento de la lectura, en el que participan colegios de varios países, basado en personajes monstruosos.

Lo cierto es que actividades como estas son buenas, pues nuestras mentes ya de adultos está llenas de miedos que durante la edad infantil en las casas los mayores nos metían con muy diversas intenciones, doblegarnos, diversión etc.. recuerdo las viejas leyendas de los mascaritos, de los fantasmas como el hombre del saco, los cuales a veces  poblaban nuestros recorridos escolares y eran terroríficos aquellos pasos. Hoy gracias a la escuela pues esas cosas ya son parte de una historia..
VG
23.05.2014 | 10:04
Alumnos y profesores que participaron en el proyecto, en la reunión final, ayer, en Tremañes. Ángel González
Luján PALACIOS Con guantes de lana, de plastilina, gomaespuma o peluche; con un sólo ojo o con media docena de ellos y hasta con cuernos. Todos los materiales y modalidades son válidos para dar forma a una singular iniciativa de cooperación entre centros educativos de Europa, liderada por el colegio de Tremañes y con los monstruos como hilo conductor.

El proyecto nació hace dos años de la mano de los gijoneses, a los que posteriormente se unieron colegios de Inglaterra, Portugal, Suecia, Italia y la República Checa, y ayer se clausuró tras dos cursos de trabajo intenso con el "I Congreso Europeo de Monstruos". Es el curioso nombre que los profesores responsables han elegido para celebrar la reunión final, en la que los docentes de los seis países realizarán la evaluación de un plan que nació con dos objetivos fundamentales: "fomentar la lectura, la escritura y la alfabetización digital y favorecer el trabajo entre centros", señala el profesor Mariano Suárez, coordinador del proyecto.

Los monstruos han sido el eje sobre el que ha pivotado todo el trabajo, porque "es una temática que a todos los niños les atrae". Así, el primer paso, una vez establecida una red de colaboración entre los centros, fue el de crear un monstruo-mascota para cada escuela. El de Tremañes se llama "Lion" y no sabe hablar; sólo se comunica a través de códigos QR. Una forma de estimular la creatividad, porque los niños tuvieron que pensar qué mascota querían y después convertirla en algo tangible, y también de acercarles al mundo digital.

Los bichos han estado viajando por todos los colegios, con su correspondiente pasaporte, maleta y diario de viaje, porque los niños han realizado un seguimiento de sus movimientos a través de Internet. Además, han leído libros sobre el tema, han elaborado un museo virtual de monstruos con técnicas de diseño digital y han creado cuentos con la misma temática con los otros centros.

Ayer todas las mascotas se exponían juntas después de un largo viaje, que ha dejado, como explica Mariano Suárez, datos muy interesantes. Una encuesta realizada entre los niños revela que un 85 por ciento de ellos "han dejado de tener miedo, porque ahora conocen qué es lo que se lo causaba". Y todo gracias a los monstruos.




miércoles, 9 de abril de 2014

MARRUECOS LLEGA A TREMAÑES


La verdad es que las vueltas que da la vida son infernales, y es que desde Marruecos nos llega esta idea del Estudio de BAB de arquitectos, que recogiendo  esa curiosa y bonita estética marroquí , la plantean como solución para el bloque de viviendas de Lloreda, que ya necesitan una buena mano restauradora. Esperemos que así sea.

De momento les dejo con la foto que publicaba e LNE y el artículo de EL COMERCIO.
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El estudio madrileño BAB Arquitectos será el encargado de diseñar la rehabilitación del poblado de Inuesa, en el barrio de Lloreda (Tremañes). La propuesta del arquitecto José Ignacio Barceló de Torres, que lleva por título 'Volubilis' (en referencia a un yacimiento arqueológico de Marruecos), se impuso en el concurso convocado por el Ayuntamiento y recibirá como premio 131.716 euros + IVA para la redacción del proyecto.

Según explicó ayer a El COMERCIO el propio Barceló, las soluciones planteadas por su equipo «buscan resolver los actuales problemas de eficiencia energética y accesibilidad» en esta degradada urbanización integrada por 14 bloques, de cuatro plantas de altura, con un total de 224 viviendas. «Hemos tratado ante todo de que sea técnicamente realizable y económicamente viable», señala el autor del proyecto que será desarrollado en Inuesa. Un proyecto arquitectónico que propone mejorar de forma sustancial el aislamiento de los edificios a través de medidas pasivas para evitar molestias dentro de las casas de los vecinos durante la ejecución de los trabajos. Con este objetivo, aseguró José Ignacio Barceló, «se ha diseñado una envolvente exterior de poliestireno para todos los bloques junto con un revestimiento de revoco».

La accesibilidad en este conjunto de viviendas de la calle Marruecos también será objeto de importantes mejoras. Tanto del acceso desde la calle a cada una de las plantas de los edificios, con la construcción de escaleras nuevas y nuevos núcleos de ascensores; como en el acceso desde las aceras a cada uno de los portales, que también serán reformados en su totalidad.

Una de las soluciones más llamativas por su originalidad es la propuesta que incluye BAB Arquitectos para ocultar a la vista los tendales que afean las fachadas. «La ropa colgada quedará disimulada con elementos prefabricados de hormigón aligerado», explica el autor del diseño que obtuvo la mayor puntuación por parte de un jurado integrado por representantes de los diferentes grupos municipales, del Colegio de Arquitectos de Asturias y tres miembros elegidos por los propios vecinos del polígono de Lloreda.

El autor de la idea ganadora también destaca «la calidad de su propuesta arquitectónica». Según detalla, el proyecto que se redactará «mantendrá elementos reconocibles de la colonia de pisos original, pero los portales, los núcleos de escaleras y ascensores serán hitos nuevos que saldrán de las fachadas y estructurarán el espacio entre bloques».

Este proyecto de Tremañes, que se desarrollará en tres fases constructivas, recogerá el testigo de la intervención en los diez bloques de la calle de Francisco Eiriz, en Jove, que por ahora es la única con la subvención concedida y las obras en marcha. El Ayuntamiento prevé destinar 1,4 millones de euros de fondos europeos para financiar esta rehabilitación y otra en Portuarios.

domingo, 23 de febrero de 2014

ROSARIO DE ACUÑA y MASONERIA , vista por uno de Tremañes

A veces también uno es noticia y aquí les dejo con una que he protagonizado no hace mucho  con relación aun personaje mítico en la esfera  política y social de Gijón ROSARIO DE ACUÑA

 
Hace unos días los amigos de GESTO y los ARTISTAS EXTREMÓFILOS me invitaron a exponer  en mi ciudad natal (Gijón) mi visión sobre Rosario de Acuña,  en cuya figura me centré sobre manera en los temas del Librepensamiento y masonería, pues la figura la han glosado y estudiado desde muy diferentes puntos tanto José Manuel Bolado como Macrino Fernández.etc..


Les dejo con unas fotos del acto  de Juan Garay y con el enlace a la ponencia que en dicho acto desarrollé.
PONENCIA SOBRE  ROSARIO DE ACUÑA Y LA MASONERIA:

https://skydrive.live.com/redir?resid=DD5BF9288A4AC13%21719

Víctor Guerra.

lunes, 25 de noviembre de 2013

EN TREMAÑES un "paséu" de un niño fuera de lo común

 

Mel Regueiro, fallecido a los 4 años, "seguirá vivo en su barrio" gracias a la calle que ahora lleva su nombre junto al colegio de Tremañes

23.11.2013 | 02:25
Los padres y el abuelo de Mel, en el paseo que ahora lleva su nombre
Los padres y el abuelo de Mel, en el paseo que ahora lleva su nombre 

Juan Plaza y Miriam SUÁREZ

Mel Regueiro Benavente era inteligente, cariñoso, valiente, generoso, "picarín", de sonrisa transparente, en definitiva, "mágico, fuera de lo común". Por todas esas cualidades, que su abuelo materno citó con un nudo en la garganta, este niño de cuatro años tiene desde ayer una calle con su nombre en el barrio de Tremañes. "Un pequeñín tan poco común, para mi extraordinario, víctima inocente de una desgracia terrible, da aquí un paso de gigante al reconocimiento público", agradeció Amadéu Benavente en representación de la familia.

"El paséu de Mel" abarca el tramo peatonal de la calle Bazán, que discurre junto al colegio público donde estudiaba "esta flor" para la que su abuelo pedía ayer un recuerdo "cada vez que paséis por aquí". El pequeño falleció el pasado 23 de julio, tras ser atropellado en un paso peatonal de La Calzada. Para los Regueiro Benavente ese fatídico día fue "el fin del mundo". Y su barrio, Tremañes, quiso solidarizarse con el dolor de esta familia pidiendo al Ayuntamiento una calle para Mel.

Esta petición popular, canalizada a través de la asociación vecinal "San Juan Bautista", se materializaba ayer con un acto muy emotivo, en el que Xana y Antonio, los padres de Mel, no lloraron solos. Familiares, amigos, profesores y vecinos se encargaron de darles calor en una mañana fría y lluviosa, que culminó con el descubrimiento de la placa que deja grabado el recuerdo de su hijo en la memoria colectiva de Tremañes.

"Mel seguirá vivo en este paséu, junto a su colegio, en su barrio, al calor de sus vecinos", señaló su abuelo Amadéu, en un discurso previo, que aprovechó para dar las gracias a la asociación de vecinos, al Ayuntamiento y a todos los que contribuyeron a que su nieto viviese cuatro años de felices: "Estamos orgullosos del servicio de neonatología de Cabueñes y del servicio de atención temprana de El Llano, que le estimuló para superar con creces su condición de gran prematuro; de la escuela infantil de Tremañes; y de sus profesores del colegio, Maxi, Mayte y Mariano, que nos ayudaron a hacer de él un niño maravilloso".

Uno de los momentos más conmovedores del acto lo protagonizó, precisamente, el colegio público de Tremañes. Los compañeros de Mel salieron al paseo con tres globos metalizados de gran tamaño, uno por cada letra de su nombre, y tras arremolinarse en torno a Xana Benavente y Antonio Regueiro lanzaron besos al cielo. El gesto encogió el corazón a los asistentes, entre los que se encontraban la propia alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y el concejal delegado del distrito Oeste, Manuel Arrieta.

"Lo habitual es reconocer trayectorias dilatadas. En este caso, se recuerda a un niñín porque quisimos recoger la sensibilidad del barrio con esta desgracia tan injusta. No podíamos mirar hacia otro lado y este paseo es un recuerdo con mucho cariño", expuso Moriyón.






martes, 22 de octubre de 2013

TREMAÑES , SUS CALLES Y SUS COSAS…

El pequeño Mel tendrá un paseo con su nombre en Tremañes

Foto de Juan Plaza (LNE)

La alcaldesa lo confirmó ayer en la inauguración de la nueva sede vecinal de la Asociación San Juan Bautista

22.10.13 - 00:29 -
Ó. CUERVO | GIJÓN.

Si no surge ningún imprevisto, el último viernes de noviembre se aprobará en el Ayuntamiento que el paseo que hay frente al colegio de Tremañes pase a llamarse 'Paseo de Mel', en recuerdo al pequeño atropellado el pasado 23 de julio en el cruce de la calle de Los Andes con la avenida de las Industrias. Sus vecinos, por iniciativa de Javier Menéndez, [activo vecino de la parroquia de Tremañes] habían recogido firmas para lograr que así se llame a la zona en su memoria y también para cambiar el semáforo en el que falleció el pequeño.

La noticia se conoció ayer, aunque de manera extraoficial porque lo comentó la alcaldesa Carmen Moriyón a algunos vecinos, en el acto de inauguración del nuevo local vecinal.

Dos años después de la salida a licitación de las obras, la Asociación de Vecinos San Juan Bautista, de Tremañes, por fin cuenta con su nueva sede social. Cierto es que ya llevan en ella casi dos meses, pero la alcaldesa se encargó ayer, junto al edil de Mantenimiento y Obras de Infraestructura, Manuel Arrieta, de inaugurarla.

En total, el centro cuenta con despacho, biblioteca, sala de reuniones, otros dos espacios de usos polivalentes, bar y una amplia terraza. Son 240 metros que, según Constantino Alas, presidente de la entidad vecinal, hacían mucha falta al barrio. «Tremañes lo necesitaba.

El local antiguo se nos había quedado obsoleto hacía tiempo, apenas teníamos espacio para hacer nada», cuenta el responsable de la entidad. Las obras contaron con una partida presupuestaria de 163.327,50 euros a los que hubo que sumar el IVA (29.398,95 euros).

La construcción de la nueva sede era una de las viejas reivindicaciones de la Asociación San Juan Bautista. Tuvieron que pasar más de cuatro años para conseguirla. Pese al valor sentimental del antiguo edificio, construido por los vecinos en la década de los 70, los socios de esta asociación reconocían tiempo atrás a este periódico que el cambio era más que necesario.