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domingo, 19 de julio de 2015

Los baños del Mortero.. y otras cosas



No tengo recuerdo en la mente de que en la década de los 60, los críos de Tremañes nos acercáramos a las inmediaciones del  Monte Mortero, monte que para los tremañenses debería ser toda una referencia, tanto por la propia existencia de la  fuente del Mortero, como del propio promontorio. Eran más bien visitas muy puntuales.

En este promontorio a cuyo abrigo se construyó la urbanización obrera de Santa Bárbara,  en cuya  abrupta  ladera occidental , la cual mira a la parte alta de la parroquia de Tremañes,  se halla la Fuente del Mortero, una oquedad ubicada en el farallón de piedra, del cual mana un abundante caudal de agua, en cuyo emplazamiento en su día se habló de hacer un área  recreativa en conmemoración al viejo hallazgo del ara dedicado a la diosa la Fortuna Balnearia.

LNE GIJON

La verdad es que siempre fue un  entorno un tanto misterioso y extraño, pues el caleyón del Mortero, que unía y une,  el  cuestarrón de la Torre con la zona del Mortero, por el cual ahora se  coge para llegar a la Senda Verde de la Camocha, ya en aquel tiempo  le teníamos cierto miedo, por las basuras que en él se depositaban, orgánicas e inorgánicas, trazado que años más tarde pasó a constituir parte de los "expedientes X gijoneses" ya que sus inmensos paredones, o así nos lo parecían en aquellos tiempos" parece que fueron escenarios de diversas "sacas" durante la Guerra Civil.

El propio entorno de la fuente del Mortero, casi nunca estuvo franco, siempre la vegetación hacía de la zona su vergel, lo que no era extraño dada la abundancia de aguas, tanto por la fuente como por la presencia del río Pilón, y por ello tal vez los güajes le teníamos cierto respeto y temor a la zona, la forma de acercarnos al  Mortero no era por la Torre , sino por les Cases del Molín, y entrar a la zona por la via del ferrocarril de La Camocha.

En el propio Mortero había unas cuevas, en una de las cuales  mi hermano José Javier sacó una granada que llevó para casa sin mayor problema, para susto de mi padre, que ejerció los viejos protocolos legionarios ante la presencia del artefacto, y cuando estaba en plena operación de desesepoletarla, va mi hermano y le dice:  "que no se preocupe que ya la había abierto  él y sacado la pólvora".¡¡¡ Bendita inocencia¡¡¡

Pero a lo que iba, en alguna ocasión los chavales de la zona de  La Fuente , (calle de Los Pinos ) y demás..., nos uníamos para ir a darnos algún que otro raro baño al río Pilón, en las inmediaciones de la fuente del Mortero, pues en esa zona se formaba alguna que otra charca que nos permitía darnos un chapuzón, aunque pocos, pues una pequeña jauría de rapacinos tirándose a las ya  escasas aguas del Pilón , significaba que en pocos minutos había un lodazal de madre, además la zona de baños estaba  sino recuerdo mal situada en una zona de fincas, y pronto acudía algún que otro aldeano propietario para darnos la oportuna escurribanda.

Digamos que los tremañenses pese a no ser gente de mar, más allá de los que nos pudiera tocar por los territorio de Santolaya y Natahoyo, éramos más gente de playa, (Aboño o la galipotera playa de Arbeyal) aunque en esas escapadas y escarceos por la parroquia de mis amigos, y yo mismo ( Eduardo, Gelu, Taboada, Miguel Angel,Carmina.., etc)  pues alguna vez recurriéramos a darnos un baño en el Pilón, e incluso fuéramos   aguas arriba e intentar darnos un baño en calzoncillos o en pelota picada, aunque siempre estaba aquello de llevar a alguna compañera de juegos.. por si se animaba a quitarse algo...

La diversión del Pilón e pronto hubo de darla  por finalizada pues la contaminación de las  industrias  que se iban instalando  aguas arriba en los polígonos de Roces, pronto dieron  al río un color verdoso, y apestoso olor a goma podre. Por lo cual el Pilón fue durante muchos años un río infecto y más al entrar en la zona de la Quintana camino de Moreda, hasta que fue casi todo
él entubado.

El otro entretenimiento "gore" que teníamos era meternos en los pasos de agua de la vía del tren minero de la Camocha y permanecer en ellos hasta que pasaba el tren por encima. Cosas de rapacinos¡¡¡





Victor Guerra (Chusi, fiu de Lola y Jesús el Chan-El Moliñeru)

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Fuente del Mortero y Tremañes, cita con la historia y los juegos


El Mortero o Morteru siempre fue un lugar de juegos para los de Tremañes, al menos para los que vivíamos en la zona de La Fuente, que siempre fuimos los más inquietos y andariegos, era raro en aquel tiempo cruzarse en los años 63 a los 68 con cuadrillas  vagando por la parroquia, salvo los de Lloreda, nuestro caso era un poco especial lo patrullábamos todo y en todas parte metíamos el “cuezu”.

El Mortero nos quedaba algo lejos, y por tanto lo teníamos para disfrutar los fines de semana, aún recuerdo haberme bañado alguna que otra vez en el río que cruzaba las praderías conlindantes, pero la prohibición de acudir a tal lugar vino pronto, pues de no sé qué cueva, mi hermano José Javier, apareció, bendita ignorancia, con un par de granadas de mano a casa y que había encontrado en la zona,  que parece que fue zona de conflicto durante la Guerra Civil , a partir de ese momento se acabaron las contemplaciones y los juegos a ese lugar.

Me viene al recuerdo que ya llevábamos un tiempo mal en casa con mi padre, todo eran lios, paliazas, etc, etc, por lo cual, tanto yo como mi hermano Jose Javier y creo que alguno de los de Practicanta,  decidimos aprovisionarnos durante una semana de distintas viandas, y una noche nos fuimos de casa por la ventana con la idea de ir a vivir al Mortero, hasta la fuente llegamos pero creo que como a las dos horas, debía ser la medianoche, hubo tal jauría de ruidos que regresamos en un santiamén a la casa, sin que nadie diera cuenta de tal cuestión. Menos mal.

Siempre me llamó la atención el manantial al que  íbamos a beber con cierta frecuencia cuando andábamos en la zona pero, siempre me causó cierto miedo el gran boquete por el cual manaban abundantes y cristalinas aguas; recuerdo que hubo un par de años que proliferaron mis visitas dominicales a mis primos los Guerra de del poblado de Santa Bárbara, y con ellos acudíamos más a menudo, eso sí evitando el caleyón lleno de basuras y también de viejas leyendas que ya traje hasta estas páginas.

Con el tiempo supe que en tal ubicación se encontró la diosa Fortuna Balnearia, un emplazamiento de Tremañes, que se ha convertido con el tiempo una reivindicación histórica del poblado de Santa Bárbara, y todo parece indicar que seguirá igual durante mucho tiempo porque el Ayuntamiento no baraja ningún proyecto para recuperarla, a  lo cual parece ajena la Asociación de Tremañes,

Hubo un tiempo que el  Compañero Carlos Zapico, que ocupó la Concejalía de Medio Ambiente tuvo la idea de hacer algo al respecto de El Mortero, donde  se encontró el ara a la Fortuna Balnearia, o sea  altar único consagrado en época romana a la diosa de la Salud a través de las aguas, y fue precisamente tal ara y la fuente la imagen con la que la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, promocionó el balneario, ya abierto cerca de la playa de Poniente, y cuyo título además  lleva una interesante colección de libros que edita el Ateneo Obrero de Gijón.

 
Pero como digo el Concejal Anuncios, como le llamaban algunos, anunció sobre el años 2000 alguna actuación, pero supongo que como el Plan Ciclista para Gijón que hice para tal Concejal, que quedó en la nada y se proponía toda una actuación con respecto a la Via Vrede de la Camocha y un vial ciclista por toda la parroquia…


Pero como digo la Asocicación de Tremañes, siempre permaneció al margen , ha tenido que ser una vez más el presidente de la asociación de vecinos de Santa Bárbara, Mariano Fernández, que explicó a la prensa estos días “que la fuente también tenía un lavadero al que solían ir la gente de Tremañes y Santa Bárbara. Al principio se le dio importancia al conjunto, pero poco a poco quedó en el olvido. La pena es que no se haya recuperado cuando se hizo la senda verde de La Camocha», señaló. El presidente vecinal no tiene muchas esperanzas de que se subsane tal olvido. «Ahora nos dicen que hay restos de unas termas romanas y que no se puede hacer nada sin el permiso del Principado. A mi me parece un camelo porque pasan los años y por ahí no pasa nadie. En todo caso está en muy malas condiciones, y al menos podían limpiar y adecentar la zona».

Así son las cosas.

 Victor Guerra