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Ls vecinos de Tremañes están cansados de que «los peores autobuses» vayan para las líneas que hacen servicio en su parroquia. Se refieren a las líneas 14 (Humedal-Tremañes-Sotiello) y 25 (Tremañes-Infanzón). Recientemente, los usuarios se vieron obligados a hacer transbordo en la zona de El Plano debido una avería. Según informaron a la Asociación de Vecinos Evaristo Valle, el incidente se ha repetido más veces. Pero este problema viene de lejos. «Llevamos años así, esto no es de ahora», explica el presidente de la asociación, Enrique Cerra. «Aquí siempre llegan los autocares de segunda o de tercera mano», añade.
En Tremañes no salen de su indignación. Saben que el pasado mes de enero EMTUSA reforzó su flota con seis autobuses articulados, de gran dimensión. Sin embargo, esas nuevas adquisiciones fueron a parar a la línea 1, que hace el recorrido El Cerillero-Hospital de Cabueñes.
Los vecinos aclaran les parece muy bien que se utilicen los nuevos vehículos en esa línea. Comprenden perfectamente que al ser los de mayor capacidad -137 plazas frente a las 57 del resto de la flota- se utilicen en el recorrido que concentra mayor demanda de viajeros. Sin embargo, se quejan de que «lo peor» de EMTUSA vaya para su barrio. Porque una avería puede suceder en cualquier momento a cualquier vehículo, pero lo que ocurre en Tremañes se repite desde hace mucho tiempo.
En su opinión, la empresa municipal debería tener en cuenta que las líneas 14 y 25 son de las más largas de Gijón. Además, en su recorrido los autocares deben enfrentarse a importantes pendientes como las de La Providencia y el cementerio de Deva. A la dirección de EMTUSA no debería extrañarle sus peticiones, ya que sólo piden disponer de vehículos con garantía de hacer en condiciones su recorrido.
Lo cierto es que esto no es nuevo en Tremañes, ya en los tiempos de Mena, un conductor que recorría el trayecto Gijón-La Braña- Lloreda, la línea de Tremañes , era casi como las diligencias , con un par de ella al día bastaba, tanto es así que jugábamos tirados en la carretera y cuando venía el autobús renqueante pues nos apartábamos, y se puede decir que teníamos parámetros de referencia pues el marido de Eloisa la practicanta, era chófer de bus de la Universidad Laboral, y traía a casa a veces aquellos hermosos autobuses que lucía la Uni, y los podíamos comparar uno y otro.
Supongo que como Tremañes era la aldea, pues con cualquier cacharro valía para el servicio, perimero eramos pocos, luego porque la emigración portuguesa pues lo enfangaba de olores, pues eso las unidades más desastrosas, o recorridos de ambulante por medio Gijón y con horarios que ni os cuento. De hecho era más factible ir hasta La Calzada andando y coger allí cualquiera de la innumerables líneas que esperar y esperar horas y horas a que el autobús llegase bien desde Uninsa, como hacía antes o bien desde Gijón, desde el quinto coño...
Lo cierto es que han pasado los años y esas protestas vecinos me resultan tan familiares
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