Ayer asistí a uno de esos encuentros que los paisanos de la aldea tratarían de una forma que a mi amigo Jaime Izquierdo, hoy Asesor de la ministra de su ramo, no le gustaría ni un pelo por mucha gracia que tuviera.
Y no dejaba de ser algo esperpéntico el tema de hablar de la desaparición de la aldea, entre tanto alcalde como allí acudió, tanto diputado, y altos cargos oficiales con responsabilidad en gobiernos regionales y entidades locales tan relacionados con esto de la aldea, y ya lo que jodía es que rieran las graciosas anécdotas de un pesadísimo presentador que consumió casi una hora en platicar sobre la aldea y sus moradores, teniendo la aldea tan desgraciada como la tenemos, y no es para tomarla tan a risa.
Y digo que era esperpéntico por varias razones, primero por la asistencia, pues vi yo pocos aldeanos, y si mucho aldeanismo del Oviedín, o del gijonismo del alma, que monta tano uno como otro la burra de siempre, y había mucho “apegau” al partido, como dirían los paisanos digamos, que vi en el argot aldeanu mucho “chepu de la política” de esos que hablen de aldea y aldeanos con la cartera caliente en época de crisis;
Era esperpéntico que se presentase el tema y el libro de Jaime Izquierdo, en la aldea gijonesa, no en Tremañes, o en Jove, que ya no queda aldea , sino en la aldea noble en Cabueñes y en el entorno del Jardín Botáncio, marco por excelencia de rancio abolengo, algo artificial para hablar de vaques, moñigues, y de futuribles…
No se crean tal vez yo no tenía el día para luego tomar vino español con tanto responsable político, dada las prescripciones médicas de mi estimado chamán particular el Dr. Rekarte o que viendo como está mi querida alea, la cual se la han cepillado alguno de los responsables que estaban ayer allí riendo las graciosadas de Méndez de Luarca y Navia Osorio, a las cuales yo no les vi tanta gracia, salvo que haya que ponerle el matiz de aquello de que vienen de la boca de un subsecretario del Ministerio, y ya se sabe que eso pesa, y además ya se sabe que desde el franquismo mandan más que los ministros.
Pues eso hablar de soluciones de compaginar ciudad y aldea visto desde la perspectiva de un natural de Tremañes no deja de tener su guasa, y más en estos momentos donde las operaciones urbanísticas se han comido el territorio, y donde para colmo se están implementando acciones como nueva subestación eléctrica proyecta por Red Eléctrica, de alta tensión de 400.000 voltios que irá en los entornos de Lloreda o sea que nos vamos convirtiendo además en el «basurero ecológico» en que se ha convertido la zona industrial del concejo «por la concentración de instalaciones de riesgo para la salud y el medio ambiente entre las que se encuentran además cuatro torres de alta tensión de 240.000 voltios, un transformador de 60.000 voltios, etc…
Fue graciosa la presentación y me hubiera gustado que se hubiera presentado en el marco de los nuevos polígonos industriales de Tremañes y vieran lo que ha perjudicado a la aldea determinadas decisiones y me pregunto si además de todo ello la aldea de Tremañes aún tiene paro?
UN saludo
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