Representantes de la asociación San Juan Bautista posan en el apeadero de Feve en Tremañes. De izquierda a derecha, José Luis Mata, José Ignacio Jonte, Pablo Montes Cueto, Pilar Córdoba con la pequeña Ainara, Fermín Entrialgo, Noelia Vázquez y Constantino Alas, presidente del colectivo vecinal. :: P. CITOULA
San Juan Bautista Junto a Roces, Tremañes es la única parroquia que combina en su territorio elementos urbanos, rurales e industriales
15.07.10 - 03:08 - POR JESÚS ESCUDERO |
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Tremañes es una zona tan heterogénea que ni los propios vecinos se ponen de acuerdo en denominarla barrio o parroquia, al utilizar ambos términos indistintamente. La proximidad con el casco urbano lo convierte prácticamente en un barrio más de la ciudad, pero su relativa lejanía es una ventaja para la instalación de polígonos industriales y fábricas en un ambiente antiguamente dominado por caserías y ganado. De ahí que Constantino Alas, presidente de la asociación de vecinos San Juan Bautista, asegure que «somos un barrio muy particular, porque tenemos tres partes: rural, urbana e industrial. Sólo nosotros y Roces compartimos estos tres aspectos, aunque en el caso de Tremañes los elementos están bastante definidos».
La llegada de las industrias y la proliferación de viviendas residenciales fue consecuencia de un largo proceso de desmantelamiento de las numerosas chabolas que abundaban en la parroquia a finales de los setenta. «Tremañes era un barrio chabolista, con mucha marginación y bastante delincuencia. Era una zona muy deteriorada y a la que no se miraba mucho», rememora el portavoz vecinal. Por está razón, surgió la necesidad de crear una asociación de vecinos «porque la de Evaristo Valle no quería saber nada de los gitanos, ya que se creó expresamente para atender las necesidades del poblado que hay más allá de carretera de Tremañes». No obstante, Constantino Alas aclara que «ahora no hay ningún problema entre ambas asociaciones, ya que ellos atienden la zona de arriba y nosotros, la de abajo».
Precisamente, en esta parte de la parroquia de Tremañes era donde se concentraban las chabolas, el principal quebradero para la asociación San Juan Bautista durante muchos años. «Eran tiempos difíciles, donde los antiguos presidentes vecinales se podían jugar el pellejo. Al final fuimos consiguiendo erradicar el chabolismo poco a poco», comenta Alas.
Una zona en expansión
Para ello, el Ayuntamiento, a iniciativa de la asociación vecinal, emprendió una serie de medidas entre las que destacaban una ciudad promocional y la construcción de casas sociales y pisos de acogida. «Se intentó hacer lo mejor posible para que la convivencia no fuera mala con el objetivo de erradicar el chabolismo pero incorporando a estas personas a la sociedad. Además, la mayor parte de esta gente se fue diseminando por todos los barrios de Gijón», subraya el máximo responsable del colectivo San Juan Bautista.
Constantino Alas reconoce que la erradicación del chabolismo favoreció la llegada de numerosos vecinos al barrio, lo que se tradujo en «una evolución enorme». «Antes Tremañes era un lugar que estaba fuera de sitio. Ahora, en cambio, nos encontramos que cualquier persona viene con toda la tranquilidad del mundo», asegura. Y añade: «Tremañes es un barrio en expansión. En los últimos diez años la población ha crecido por el 'boom' inmobiliario».
Polígonos en la ciudad
El desmantelamiento de las chabolas de Tremañes provocó una liberación de terrenos que fue ocupada por los polígonos industriales de Bankunión I y II y Mora Garay. La llegada de estas infraestructuras no afectó en exceso a los vecinos, ya que en aquel momento «Tremañes estaba algo alejado del casco urbano», una situación que ha cambiado radicalmente con el crecimiento de la ciudad hacia el Sur. «Nos encontramos con que estos polígonos están ahora en pleno casco urbano, muy próximos a las nuevas estaciones de trenes. Si se pudieran poner más al exterior, donde el nuevo polígono de Lloreda, quedaría una zona urbanizada y preciosa para unir y cerrar el casco urbano», proponen los dirigentes vecinales.
Además, con la apertura del paso subterráneo con La Calzada y la adecuación de nuevas zonas verdes, la situación de Tremañes ha mejorado enormemente, hasta tal punto que Constantino Alas reconoce que «somos un barrio que ahora mismo no tenemos grandes problemas, ya que hemos solucionado el aislamiento que teníamos». Aun así, la asociación San Juan Bautista reconoce «un pequeño problema con EMTUSA» en las últimas semanas por el recorte de la línea 14.
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