No sé porque extrañas razones creo que el personal ciudadano de Gijón, siempre pensó que en Tremañes, se leía poco y se escribía menos, es posible que se llegase a tales conclusiones, porque nunca tuvimos biblioteca, la más cerca la del Ateneo Obrero de la Calzada, y también una en Santa Bárbara, pero ello no era óbice para pensar que en esta parroquia ni se escribía ni se leía.
Tal vez el haber sido una aldea, una parroquia rural diseminada en varios fracturados y desvertebrados núcleos, que además siempre han sufrido la plaga de los errores urbanísticos que dividieron aún más , o para ser más exactos incidieron más en esa división, pronto perdimos La Braña, luego fue la Estación de RENFE de Tremañes que pasó a convertirse en Apeadero de La Calzada, luego los polígonos, las actuaciones para ganar más terreno para las empresas, y el hecho de ser un territorio de aluvión por las emigraciones, y territorio de acción politica industrial de la cual poco se han beneficiado los vecinos, pues tal vez se haya llegado a pensar que no sabemos ni leer ni escribir.
Tal vez fuera así dada la pasividad con al aldea de Tremañes acogió estos bruscos cambios urbanísticos, sociales y políticos, pero juro que siempre conocí escuelas como la de Las Maravillas, o la de LLoreda, por recordar hasta me recuerdo llevando el bancu a casa de la señorita Marujina, que nos enseñaba las cuatros letras en aquella recoleta cocina de su casa.
Es cierto que siempre tuvimos que emigrar para leer, o para recibir más instrucción, fuimos ciudadanos internacionalistas, pues nuestras posaderas llenaron los pupitres de La Calzada, de Gijón, de colegios públicos y academias privadas, instituciones laicas o religiosas, con “cesta tapper” y camina que te crió, pero ahí estamos escribiendo y leyendo como ahora lo hacen los “guajes en la Escuela Publica de Tremañes” que patentizan su quehacer con este blog para deleite de todos
Victor Guerra (Alias: Chusi . El fiu de Lola )
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