El concido párroco de Fátima ha muerto esta madrugada tras una larga enfermedad
REDACCIÓN
El sacerdote José María Díaz Bardales (Ribadesella, 8 de noviembre de 1940) falleció esta madrugada en su domicilio gijonés de La Calzada, el barrio del que era párroco desde 1981. Bardales, que peleaba contra un cáncer desde hacía varios años, pasó los últimas semanas en su casa, rodeado de su familia y cuidado hasta el último momento por sus feligreses y sus muchos amigos, en justa respuesta al compromiso y la dedicación que siempre mostró con su barrio y todos los que de alguna u otra manera le necesitaron.
El sacerdote José María Díaz Bardales (Ribadesella, 8 de noviembre de 1940) falleció esta madrugada en su domicilio gijonés de La Calzada, el barrio del que era párroco desde 1981. Bardales, que peleaba contra un cáncer desde hacía varios años, pasó los últimas semanas en su casa, rodeado de su familia y cuidado hasta el último momento por sus feligreses y sus muchos amigos, en justa respuesta al compromiso y la dedicación que siempre mostró con su barrio y todos los que de alguna u otra manera le necesitaron.
La capilla ardiente ha sido instalada en la sala 3 del Tanatorio de Gijón. El funeral de cuerpo presente se celebrará mañana en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de Fátima, en La Calzada, a las 12.00 h.Después se procederá a su traslado a la Iglesia parroquial de Ribadesella, donde se oficiará otro funeral a las 17.00 h. para recibir, a continuación, sepultura en el cementerio de Ribadesella.
Bardales estudió con los jesuitas en Carrión de los Condes (Palencia). Influenciado por la atención que el cura de Ribadesella prestaba a los necesitados decidió estudiar en el Seminario de Oviedo, donde se ordenó sacerdote a los 22 años. Sus primeros destinos parroquiales fueron en Luanco y en la zona de Pesoz, luego fue coadjutor a Mieres, etapa que él consideró "de maduración en muchos aspectos, tanto en lo que significa el compromiso social, como a nivel moral".
De Mieres fue a Madrid, a estudiar en el Instituto Superior de Pastoral, donde escribió su tesina sobre «La presencia de la Iglesia en los conflictos laborales. Asturias, 1960-1970», mostrando ya que su compromiso con la clase obrera iba a ser muy fuerte. A la vuelta de Madrid el propio Bardales le pidió al arzobispo, Díaz Merchán, que le permitiera ser "cura de barrio".
Es destinado en 1970 a Tremañes, donde queda para la historia colectiva gijonesa su implicación, junto con otros curas obreros y muchos cristianos de base en dar soluciones al chabolismo. Formó parte de un grupo de sacerdotes conocidos como el "Grupo de El Bibio", cuyas reflexiones y puntos de vista sociales fueron referencia importante, no exenta de polémica, para la Iglesia asturiana.
En octubre de 1981 fue nombrado párroco de Nuestra Señora de Fátima, en La Calzada, y allí siguió hasta que la enfermedad pudo con su fuerza.
José María Díaz Bardales firmó también hasta el pasado mes de enero la carta dominical que él mismo tituló "Desde mi parroquia" en la edición de Gijón de LA NUEVA ESPAÑA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario