jueves, 15 de julio de 2010

TREMAÑES «Somos un barrio muy particular»

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Representantes de la asociación San Juan Bautista posan en el apeadero de Feve en Tremañes. De izquierda a derecha, José Luis Mata, José Ignacio Jonte, Pablo Montes Cueto, Pilar Córdoba con la pequeña Ainara, Fermín Entrialgo, Noelia Vázquez y Constantino Alas, presidente del colectivo vecinal. :: P. CITOULA

San Juan Bautista Junto a Roces, Tremañes es la única parroquia que combina en su territorio elementos urbanos, rurales e industriales

15.07.10 - 03:08 -
POR JESÚS ESCUDERO |

  • Tremañes es una zona tan heterogénea que ni los propios vecinos se ponen de acuerdo en denominarla barrio o parroquia, al utilizar ambos términos indistintamente. La proximidad con el casco urbano lo convierte prácticamente en un barrio más de la ciudad, pero su relativa lejanía es una ventaja para la instalación de polígonos industriales y fábricas en un ambiente antiguamente dominado por caserías y ganado. De ahí que Constantino Alas, presidente de la asociación de vecinos San Juan Bautista, asegure que «somos un barrio muy particular, porque tenemos tres partes: rural, urbana e industrial. Sólo nosotros y Roces compartimos estos tres aspectos, aunque en el caso de Tremañes los elementos están bastante definidos».
La llegada de las industrias y la proliferación de viviendas residenciales fue consecuencia de un largo proceso de desmantelamiento de las numerosas chabolas que abundaban en la parroquia a finales de los setenta. «Tremañes era un barrio chabolista, con mucha marginación y bastante delincuencia. Era una zona muy deteriorada y a la que no se miraba mucho», rememora el portavoz vecinal. Por está razón, surgió la necesidad de crear una asociación de vecinos «porque la de Evaristo Valle no quería saber nada de los gitanos, ya que se creó expresamente para atender las necesidades del poblado que hay más allá de carretera de Tremañes». No obstante, Constantino Alas aclara que «ahora no hay ningún problema entre ambas asociaciones, ya que ellos atienden la zona de arriba y nosotros, la de abajo».

Precisamente, en esta parte de la parroquia de Tremañes era donde se concentraban las chabolas, el principal quebradero para la asociación San Juan Bautista durante muchos años. «Eran tiempos difíciles, donde los antiguos presidentes vecinales se podían jugar el pellejo. Al final fuimos consiguiendo erradicar el chabolismo poco a poco», comenta Alas.

Una zona en expansión

Para ello, el Ayuntamiento, a iniciativa de la asociación vecinal, emprendió una serie de medidas entre las que destacaban una ciudad promocional y la construcción de casas sociales y pisos de acogida. «Se intentó hacer lo mejor posible para que la convivencia no fuera mala con el objetivo de erradicar el chabolismo pero incorporando a estas personas a la sociedad. Además, la mayor parte de esta gente se fue diseminando por todos los barrios de Gijón», subraya el máximo responsable del colectivo San Juan Bautista.

Constantino Alas reconoce que la erradicación del chabolismo favoreció la llegada de numerosos vecinos al barrio, lo que se tradujo en «una evolución enorme». «Antes Tremañes era un lugar que estaba fuera de sitio. Ahora, en cambio, nos encontramos que cualquier persona viene con toda la tranquilidad del mundo», asegura. Y añade: «Tremañes es un barrio en expansión. En los últimos diez años la población ha crecido por el 'boom' inmobiliario».

Polígonos en la ciudad
El desmantelamiento de las chabolas de Tremañes provocó una liberación de terrenos que fue ocupada por los polígonos industriales de Bankunión I y II y Mora Garay. La llegada de estas infraestructuras no afectó en exceso a los vecinos, ya que en aquel momento «Tremañes estaba algo alejado del casco urbano», una situación que ha cambiado radicalmente con el crecimiento de la ciudad hacia el Sur. «Nos encontramos con que estos polígonos están ahora en pleno casco urbano, muy próximos a las nuevas estaciones de trenes. Si se pudieran poner más al exterior, donde el nuevo polígono de Lloreda, quedaría una zona urbanizada y preciosa para unir y cerrar el casco urbano», proponen los dirigentes vecinales.

Además, con la apertura del paso subterráneo con La Calzada y la adecuación de nuevas zonas verdes, la situación de Tremañes ha mejorado enormemente, hasta tal punto que Constantino Alas reconoce que «somos un barrio que ahora mismo no tenemos grandes problemas, ya que hemos solucionado el aislamiento que teníamos». Aun así, la asociación San Juan Bautista reconoce «un pequeño problema con EMTUSA» en las últimas semanas por el recorte de la línea 14.

sábado, 12 de junio de 2010

LOS CINES DE MI VIDA. El cine Rivero yotros…


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Foto César
Los cines siempre han conformado una parte importante de mi vida, y digo muy importante porque en ellos pasé muchas horas.

Mir primera impresión cinematográfica está relacionada con el Cine de Los Campos Elíseos de Gijón ,  (situado en el cruce hoy en el arranque  de la calle Uria, calle Ramón y Cajal y Avenida de la Costa, donde hoy está el edificio  de Banco Banesto 

Dicho cine fue inaugurado en  1876, bajando su telón en los comienzos de la década de los 60, o sea que si nací en Enero del 55, debí  ir con  mi señora madre… (no recuerdo a nadie más y si lo recuerdo digamos que era una nebulosa) siendo  muy pequeño.

El día de la sesión que creo que habíamos ido, fue aprovechada para llevarle la comida a mi padre como encargado de obras del Hotel Miami, hoy Príncipe de Asturias, y tras ello nos fuimos un buen rato a la playa  donde me recuerdo jugando con aquellas paletas de madera y los cubos de plástico,  luego nos fuimos al cine, o al menos yo lo recuerdo en esa secuencia, pero ya se sabe que la memoria hace extraños juegos …
La entrada al cine se hacía a través de un amplio patio cercado por unas enorme rejas torneadas, luego en el interior que recuerdo como inmenso, con varios entresuelos  y balconadas,  lo que más me llamó la atención era un  un telón impresionante de grande, lleno yo creo que anuncios de colorines…. En cuanto a  la película que creo que debía ser de Jorge Negrete o similar  dado que había temas de rancheras, y en aquella época eran comunes las películas de este actor
A ese cine como chaval de aldea fui poco, era costoso y largo el trayecto por lo cual había que ir siempre acompañado.
La aldea no tenía cine, y lo que más cerca que  nos quedaba era el famoso Cine Rivero de La Calzada  un gran edificio de ladrillo rojo a “cara vista” con dos plantas  (luego la distribución era  Butaca y Entresuelo y Gallinero) con una capacidad para  700 personas)  se inauguró dicen los cronicones  en 1931 y se cerró en 1979, Estaba situado casi frente por frente a la entrada del Ateneo de la Calzada.

A este cine íbamos en varias tandas,  unas veces  con mis padres que me llevaban a alguna sesión de la noche cuando éramos pequeños y no tenía casi que parentela que aguantar, solo yo,  o como mucho mi Hermana Marigel, y recuerdo los cabreos de los adultos cuando en medio de la película salía aquello de “tengo ganas de mear”

Luego un poco ya más mayores,  el ritual  era irse los Hermanos y amigos a la sesión dominical de las 3 de la tarde, eran películas de espadachines, vaqueradas,  o de  piratas, que eran las que nos entusiasmaban,  y a las que luego sacábamos provecho jugando a indios y vaqueros o piratas o  a romanos durante días. Mi casa era la proveeduría oficial de los elementos para construir el armamento necesario y así revivíamos todo un mundo de ficción. O sea que desechábamos las películas de amor.

La forma de enterarnos de las películas eran por los pasquines que nos llegaba de forma diversa y descontrolada, pero siempre teníamos un correvedile que nos ponía al tanto de las películas.

A la sesión de la tarde  5 o 6 de la tarde,  ya era para mayorones, aunque vez en cuando íbamos, pero ya cuando cumplíamos la edad, luego había otras películas distintas  a eso de las 10 de la noche .

Pero ir al cine era un calvario, había que portarse bien, y que los padres tuvieran ganas de aflojar el dinero para ir al cine y comprar alguna chuchería, no recuerdo lo que valían las entradas, aunque tengo vagos recuerdos de manejar una moneda de aquellas de 2,50 céntimos. Aún así todo puedo decir que vi muchas pero muchas películas.. Griterios de niños, berreando, acomodadores con las linternas, las expulsiones de la sala, el arrojar desde el entresuelo cosas a butacas.

Alguna vez que otra me dejaba caer por el cine del Natahoyo, donde mi tío Agustín trabajaba haciendo jornadas extras como portero, no es que le buscase para entrar pues no había mucho trato , y dado lo introvertido que era pues eso , pagaba religiosamente y para adentro, no lo recuerdo muy bien en su interior ya que fui muy pocas veces y quedaba un rato largo de caminata, por el Camino del Plano, hasta la zona de fabrica Loza y luego bajar hasta el Natahoyo.

Alguna vez cayeron los cines  del centro (Gijón) ya metido en la adolescencia, El FAC en Pedro Duro, el Avenida en Álvarez Garaya , el Roma en la calle Los Moros, EL Goya (1927-1981) al final del Paseo de Begoña ya en los último tiempos dedicado a cine X  donde vi alguna película erótica y sentía y veía  el ir y el venir de los “julandras”,  de las parejas  y los ligues ocasionales, y más esporádicamente visitaba otros cines como  El María Cristina (Calle Corrida) donde vi una película extraña en un secuestro de una señora a la que metían en una especie de corripa llena de babosas  (1943-1983) , El Arango (calle La Merced) (1951-1999) o el Robledo también en la calle Corrida,(1917-1991 había otro que estaba en la calle de San Bernardo:  El ALbeniz, luego estaba el Hernán Cortes, suntuoso y lujoso cerró en 1985. y como no EL Jovellanos  en pleno paseo de Begoña.

En todos ellos vi todo tipo de películas, ah y se me olvidaba aquel antológico cine  de Cimadevilla dedicado al “arte y Ensayo” Brisamar, donde vi una buen tanda de películas francesas  y las peleas en casi todos ellos por el tema de la edad, la prohibición de no ver películas para mayores

Por el cine he hecho locuras, recuerdo que trabajando en la construcción de la factoría  Uninsa con  la empresa Goyarrola Diaz Galvez, me apunté para hacer bachillerato nocturno en el Filial nº 1 de la Calzada , y creo que estuve dos años en los cuales me dedique más al cine que a los estudios, era salir del curro e irme a una clase e irme  directamente para el cine… pasé muchas horas en aquellas sesiones continuas, concluyendo a eso de las 11 de la noche o sabe dios qué hora, y luego andando para casa o bien  por la caleyina de la muerte, o por la carretera del Plano, todo un rodeo…dependía del miedo y del estado de animo y las ganas de caminar.

Todo un trasiego para vivir una realidad que no era la nuestra.

Chusi, el Moliñeru, fiu de Jesus el Chan y Lola

viernes, 4 de junio de 2010

Entre Eros y Rubens


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Hablar de sexo en un aldea siempre es complicado y complejo, y más  en plena adolescencia, en aquellas  tardes de plenilunio estival que  nos ponían entre el calor y los órficos juegos, a pequeños y mayores como  “motos”. Calentamientos y efervescencias  que no iban más allá de la subida de la feromonas….

Eran tiempo que hoy pueden resultar extraños, ahora que tanto se habla de “género” y sexo . En aquellos tiempos claro que había un tiempo para los géneros, cada uno jugaba a sus cosas, ya desde un principio, lo chicos con las bolas y los chicas con la muñecas, lo cual no obstaba para que hubiera juegos infantiles y juveniles  donde forma inconsciente ya nuestro cuerpo y mente se enardecía de forma extraña y desarrollábamos extraños roles  jugando a los médicos y a las enfermeras en el palomar de casa, pero en esa pre adolescencia, se podían decir que eran más los subidones de feromonas que otra cosa, ignorábamos todo sobre lo que era el  sexo.

Todavía no era la época de ir a vigilar parejas, o intentar hacer de ocasional voyeur, vecinal o familiar, éramos en cierto modo precoces pero sin saber muy bien para qué o porqué… jugábamos a los roles de ir enseñando sin saber…., así nos poníamos en manos de aquellas enardecidas enfermeras, y ello nos enardecía como digo de forma extraña, porque luego veíamos al personal femenino bañarse los sábados en el barreño de casa y ello nos dejaba impasibles bajo el ademán de ver que éramos distintos y nos reíamos…

Veíamos a los animales en plena jodienda, perros, gatos, conejos o caballos pero era una rara historia porque eso no lo vinculábamos  con nuestra situación personal de guajes, que en esas calurosas noches veraniegas, juagábamos juntos guajes y guajas, al cascayu, o a la comba, o al corro… que nos entusiasmaba y nos revolcábamos en grandes sudadas, pero esa sensación fuerte del sexo vino mucho más tarde.

El sexo empezó a tener algo más de peso camino de adolescencia,cuando los guajes, nos la mirábamos en conjunto y  ritualmente nos la medíamos para ver tamaños, grosores y formas, y nos quedábamos raramente extrañados de ver lo distintas que eran nuestras “pirulas”, y nos quedábamos medio acomplejados cuando uno descapullaba, y otro no, o porqué la de uno se torcía invariablemente para un lado y la de otros pues colgaba, hay que decir que en ese afán de saber  hasta llegamos a probar de chuparla unos a otros, pero aquello no sabía a nada y tampoco veíamos que hiciera efecto alguno, ya que no se nos empinaba a ninguno, Con lo cual quedo como una pirueta más---

Por eso creo que jugábamos como desesperados al corro, a los juegos de aproximación, a los de roce, ese ir sintiendo al otro, de ir viendo que la atracción existía  y que en nuestra bendita ignorancia, no sabíamos que hacer con todo aquel aquelarre de vueltas, de roces, de jugar a las prendas de besarnos por la presión de los otros, medio a hurtadillas en medio del juego de las prendas y el cantar de las cigarras,  sin que lego buscásemos el hueco el momento para los flirteos.

Eran tiempos donde las preguntas sobre sexo se contestaban con bofetadas o con el castigo eterno, ya no digamos cuando la panda se reunía en aquellos primeros albores a hacerse una paja colectiva, que la verdad no es que fuera muy  común , pero alguna vez lo hicimos, con esfuerzo pues aún no dominábamos ni el Príapo, ni la técnica, luego nos dimos cuenta de que aquello tenía un escenario privado que era cuando más se gozaba, pero también era cierto que ese anonimato hacía también que  desapareciera todo el entramado de mostrarse en público, ya había más cuidado.

Nos hubiera ayudado mucho la pornografía, el erotismo que tanto se denigra, que para mi fue toda una escuela, un aprendizaje tardío pero intensivo, como para muchos de la panda… la verdad es que podíamos presumir poco, y de casi nada---, de novias menos aún, pues las chicas eran contadas, y los noviazgos como que era cosa de mayores, por lo cual era un tonteo de jugar debajo de las ventanas de las guajas que queríamos para novias, por ver si nos veían…., aunque la competencia era mucha y fuerte.

¡Las veces que jugamos debajo de la ventana de Lucia…¡  Primero de Rosita que fue uno de mis primeros amores infantiles y preadolescentes,  y que por su culpa me castigaron varias veces…

Aunque no era culpa suya sino de los golfos de la panda Miguelangel, (el más picardioso) Eduardo, Gelín ….que hacían de picardiar a la moza cuando se quedaba sola en casa y se hacían pasar por mi… y así todas en el mismo carrillo, hasta que se descubrió la coas y mi honra quedó a salvo, pero no las galletas ni los castigos…

Otro de los amores antes de las espinillas afloraran  era Maria José ( de los Taboada) las veces que nos vimos solos, o estuvimos solos y  ver y sufrir  lo que era la atracción y poco más, juegos y simulación, era todo nuestro desenfreno;  también hay que recordar que nuestro mundo estaba lleno de mujeres, yo iba desde pequeño a las “maestras” como Marujina , pechugona y simpática y cariñosa como la que más, luego estaban las hermanas , las primas , etc o vecinas que nos cuidaban…. que trasteaban con nosotros a su antojo y capricho…

Luego las mozas casaderas que nos llevaban y no traían a su retertorio camino de la academia, donde nosotros dábamos las primeras letras de silabario o las primeras lecciones del “Álvarez” y ellas bordaban en aquellos primoroso aros…un trasiego de erotismo entre apolineos guajes y rubeninas mozas ,tarde  de sudores, de entrever bellos.. y alguna que otra puntilla.

Tal vez por eso a mi me gustan tanto las “maduras” porque mi mundo está poblado de ellas, de esa belleza inconmensurable de desbordamientos, de carnes que pujan por salir de hembras con ganas de hombre fatigado por el peso de llevar un bocado a casa…  ese sudar cuando se variaban los colchones en tardes en que se marcaban canalillos, y se perlaban los sobacos, esos arrumacos de las matronas, ese  reboce de las abuelillas entre su abundantes pechos… ese es el sano mundo del sexo en la aldeao lo era.

Cuando había una escena de pederastia o de alguno que iba con guajes, se corría por toda la aldea, se le perseguía y ya no volvía, en esa tierra siempre sabíamos quien el maricón, la puta.. la que se dejaba arrimar… y se vivían con ello como se vive con los vecinos sin aspavientos ni moralinas, aunque andaba todo el día en entre hombres y mujeres.. había una distancia…

La primera vez que tuve una cabal idea de lo que era el sexo, fue cuando jugando a la queda o algo parecido,  los mayorones un par de ellos o tres de cada especie y género  de metieron a jugar con nosotros  en plan de ir a sus asuntos, y el más listillo el Victorón de la guardilla  metió mano por debajo de la falda a una moza y nos  dió a oler la “mojada” de la moza. La verdad es que eso a algunos nos impresionó..

Entonces empezó la búsqueda…. el espiar parejas, cosa complicada pues no había coches, y en todo caso se hacía a medio calzón en un prado de la quintana..  como además íbamos en grupo  siempre  nos sorprendía  que lo interfectos se dieran cuenta de nuestra presencia, y ya a dos leguas, creo que solo logré ver el culo y medio felpudo de una moza, y fue de forma sorpresiva, cuando íbamos una tarde camino de casa, y a la vuelta de un “matu” un pareja en plena jodienda, tal fue el susto que el mozu se levantó como un rayu, dejando a la moza en pleno escaparate, y eso tambien nos sorprendió la longitud del “nabo” del paisano, y la pelambrera  de la señorita… ella era conocida y siempre recordaré su mirada fija en mí y yo estupefacto mirando su felpudo… y esa mirada de complicidad siempre nos acompañó a los dos, pues fueron años de bajar y subir en el autobús juntos, sin apenas cruzarnos una palabra pero con ese secreto en común pues ella era casada..

La maduras jugaron un papel en nuestras vidas, para unos con mejor suerte que para  otros, pues como se decía en el “argot” alguno algo  mojaba aunque solo fuera un arrumaco, aunque hubo algo más que no descubriré, para unos no  fue satisfactorio por lo rápido del vaivén y para ellas parecía que la cosas fuera mejor, por un lado la posible  preñez, para otros la inexperiencia lo que hacía que lo de quedar preñada o empreñar fuese algo más  que una tarea inútil, se quedaba todo por la piernas.

Mundos eróticos de besos y caricias, de sorber olores y calenturas, donde apenas con todo era un juego de aprendizaje ser con el otro y el otro ser contigo. Tiempos de mozas y maduras de apolíneas y rubenianas, de blanquecinas carnes y morenazas en canalillos de rompe y rasga, esa era el mundo.. o el que nos ha quedado prendido en el cabo de la mente

Chusi el Moliñeru, fiu de Jesus el Chan y LOla

domingo, 4 de abril de 2010

SEMANA SANTA con zapatos nuevos

La Pascua, siempre ha sido en al aldea,un momento en los hombres y mujeres sacudían la modorra invernal, para prepararse para el tema de la fiesta que suponía la Pascua “florida”

Lo cierto es que había un cambio de costumbres, yo creo recordar de que no teníamos vacaciones ni antes ni después de la Semana Santa propia, o sea que solo contábamos con los días de Semana Santa, lo cual no era poco.

Eran días de ajetreo para las madres contenerse en los gastos para esos días disponer de unos ahorrillos para poner al personal menor de punta en blanco, siempre recuerdo a los Hermanos/as estrenando, pero poco estreno veíamos en las madres… y en los padres menos aún pues la mayoría no acudían a los misas tan obligatorias de Pascua. AL menos el mío que hacía lo mismo que sus convecinos.IMG_0001

Tal vez algunos más jodidos que otros, porque en esos días lo curas presionaban para que no se trabajara en las huertas complementarias o se efectuaran en las fincas y casas  trabajos ya que eran días dedicados para el señor.

Cuando éramos más  pequeños lo cierto es que todas esas preocupaciones de las prohibiciones, poco nos importaban, ya que ni el baile, fiestas u otras manifestaciones no nos competían, lo nuestro era el anchuroso mundo de la aldea, poder correr de un lado al otro , a Jove, La Camocha, todo eran correrías.

EN medio estaba claro está las cosas de palacio, o sea que había que estar al punto para ir a probar con la sastra, o casa de Maribel el jersey que estrenabas, o ir de compras para probar trajes y aditamentos, de ahí que siempre por pascua teníamos esa pinta de lechuginos, o sea de estrene, eran fechas en que el gran fotógrafo César hacía su agosto , recorriendo las cuatros esquinas de Gijón para sacar fotos al personal…  

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IMG_0003En esas fiestas cuando había televisión , la cosa cambio porque los seriales sagrados, Espartaco, Las sandalia del Pescador, Benhur.. etc hacían su labor de comernos por unas horas el tarro infantil, y entonces queríamos ser como aquellos santos, como Marcleino Pan y Vino, o Fray Escoba, nos arrebataba a todos en un puro ascesis místico del cual se aprovechaba el clero secular de la aldea.

Apretaban con multas a los padres trabajadores de su hacienda  por trabajar en fiestas de guardar y hacia en esta comparsa de colaboracionistas la Guardia Civil que ejercía también su trabajo de presión para que hubiese jornada de brazos cruzados.

Eran tiempos de rutinas, recuerdo que siempre llevaba una palma a mis padrinos, Isidro e Isabel, que vivían en las casas del Estanco, allí ese día había algún bizcocho que mojar en el vino dulce… siempre me gustaba ir aquella casa porque olía diferente… allí comandaba aquellos dos viejecitos Maria, chulapa y mujer enérgica por cuyos perniles y grupa muchos suspiraban, es curioso lo han cambiado las cosas, ahora al personal le chiflan las flacas, en aquellas épocas las que quitaban el hipo eran las rumbosas señoras de  empaque y cuerpo rotundo, altas y fuertes, duras como pedernales y blancas como las azucenas, como María , o la la Guardesa del Carreño.. un estilo al la Otero de Onda Cero… Señoras de rompe y rasga…IMG_0005

Tras llevarle la palma o el laurel , por lo cual podamos de forma natural todos los laureles del marquesado de Tremañes, venía la tarta, siempre envidié a los demás , porque mi padrino Isidro debía estar abonado a la misma confitería y a la misma tarta, porque años tras año allí llegaba una tarta de crema que no gustaba a casi nadie, y además no estaba coronada por los espectaculares huevos de pascua, esos rechonchos huevos de chocolate que le ponían a mi hermano o mía hermana, aunque con respecto a estos monicacos siempre estaba el baile de quienes eran sus padrinos, la madrina de mi Hermana Marigel era Angelita la de Parri, pero el resto era una mezcolanza que nunca se sabía muy bien quien era.. si era yo o mi padre de mi Hermana pequeña…

Para que saberlo ni tenía perras, ni le iba a regalar nada, o sea que si fui padrino de alguien lo llevó crudo toda su vida, porque nunca tuve un duro ni crea que lo tenga.

De este modo se celebraban esos días en casa la Pascua, que tampoco fuera que mi madre fuese muy cumplidora con eso de no comer carnes.. etc..

Chusi

viernes, 26 de marzo de 2010

Tremañes denuncia el «abandono» de Lloreda, y minetras Puntos Limpios

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Pasos de peatones ubicados en lugares inapropiados, ausencia de señales con el nombre de las calles y falta de limpieza de los caminos. Éstas son algunas de las denuncias que la asociación de vecinos Evaristo Valle de Tremañes ha presentado en el Ayuntamiento respecto al «estado de abandono municipal» en el que, según los vecinos, se encuentra el barrio de Lloreda. Los residentes en esta zona denuncian que «también pagan los impuestos como cualquier ciudadano de Gijón, pero son los últimos de la cola a la hora de recibir alguna mejora para el barrio».

La primera de las demandas vecinales tiene que ver con el paso de peatones de la avenida de Manuel Sirgo a la altura del camino de Lloreda a la Picota. Según el colectivo ciudadano, «se encuentra en una curva peligrosa en la que los coches no tienen visibilidad». Además, advierten de que en esta curva es donde el transporte escolar recoge a los niños del barrio, por lo que la posibilidad de que se produzca algún accidente aumenta en estas horas ante la presencia de niños.

En segundo lugar, la asociación Evaristo Valle solicita al equipo de gobierno la colocación de placas con el nuevo nombre de las calles y los caminos de Lloreda para orientar a los carteros y a las ambulancias. En este sentido, los vecinos de Tremañes también piden el arreglo de los baches del camino del Caleyón y, en general, la limpieza de los caminos del barrio de Lloreda.

Por último, los vecinos próximos a la zona en donde se ubicará el futuro polígono de Lloreda han expresado su malestar ante la cercanía respecto a las viviendas del nuevo espacio verde en el que se colocará el antiguo lavadero de Lloreda. Asimismo, los vecinos se han quejado de los botellones que se han celebrado en los últimos fines de semana en esta zona «sin haber hecho acto de presencia la Policía o la Guardia Civil».

Los Puntos Limpios son instalaciones municipales para depositar residuos domésticos que, por su peligrosidad o volumen, no pueden eliminarse en los contenedores ubicados en las calles.

La Empresa Municipal de Servicios de Medioambiente Urbano de Gijón (EMULSA Medioambiente) abrirá al público, el próximo lunes 5 de abril, el Punto Limpio de Tremañes, la cuarta instalación de estas características con la que cuenta Gijón, y cuyo presupuesto de construcción fue financiado con 500.000 euros de los Fondos Estatales de Inversión Local (FEIL).

El Punto Limpio de Tremañes ha sido construido en la parcela situada en el número 152 de la avenida de Los Campones y dará servicio a los vecinos del barrio de Tremañes y a las empresas de los polígonos industriales de la zona suroeste del concejo de Gijón.

Este Punto Limpio se caracteriza, desde el punto de vista arquitectónico, por su cierre dinámico y colorista que, junto con la aportación de vegetación y una zona verde anexa, dota al conjunto de una estética singular que escapa de la idea que asocia la recogida de basuras con espacios residuales y de poco atractivo. Diseñado por los arquitectos Enrique J. Argüelles y Maximiliano de la Rasilla, la nueva instalación se ubica sobre una parcela de 4.874,43 metros cuadrados, que existe entre la avenida de Los Campones y la calle de Trincheras. En cuanto a los materiales de construcción utilizados, Argüelles y De la Rasilla señalaban en la memoria descriptiva de su proyecto que "la intervención se concreta en el uso de dos materiales de gran fuerza visual, como son las cajas de cierre de hormigón blanco con panel interior de chapa coloreada y el resto de cierre entre cajas y muro colindante en chapa de acero corten. La envolvente de los contenedores y los muros interiores también se realiza en chapa de acero corten"

El Punto Limpio de Tremañes se divide en dos zonas diferenciadas. Una zona baja, donde se han colocado los contenedores de mayor volumen y donde se facilita el tránsito de los camiones que los tendrán que transportar, y una zona más elevada, con un área de vertido a los contenedores grandes y donde estarán las marquesinas bajo las que se instalarán los contenedores de menor volumen. En esa misma zona elevada se encuentra la oficina de control y una pequeña zona verde. A los contenedores grandes irán muebles, neumáticos, inertes vegetales..., y a los pequeños, papel, plásticos, medicamentos, ropa, pilas...

¿Qué se puede depositar en los Puntos Limpios de Gijón?

Pinturas, barnices, colas, decapantes, aguarrás sintético, tintes, protectores de madera; pilas y acumuladores; baterías de vehículos; aceites de cocina; aceites de motor; lámparas fluorescentes o especiales (halógenos); productos químicos y envases que hayan contenido productos peligrosos como pesticidas, productos de limpieza, desinfectantes; aerosoles; medicamentos; muebles y enseres; ropas, trapos, calzado, textiles de decoración; electrodomésticos, frigoríficos y equipos de refrigeración, material electrónico (ordenadores, videocámaras, cintas de vídeo o casete, CD, teléfonos); cartones, papel, maderas y objetos plásticos; escombros y chatarras metálicas provenientes de pequeñas reformas domésticas (material de fontanería, cableado eléctrico, puertas, ventanas, somieres, etc.); restos de poda, siega o jardinería.

sábado, 20 de marzo de 2010

Goteras llave en mano

Las viviendas de Carbaínos que el Principado alquiló en julio a cuatro jóvenes están llenas de humedades y desperfectos

El exterior del edificio.

El exterior del edificio. 

MULTIMEDIA

Fotos de la noticia

Eloy MÉNDEZ
Creyeron que sus nuevas viviendas eran un sueño hecho realidad, pero se han convertido en un descomunal fiasco. Los cuatro pisos de Carbaínos que el Gobierno del Principado entregó el mes de julio, en régimen de alquiler, a jóvenes gijoneses son una ruina. Las humedades han invadido todas las esquinas de estos pequeños inmuebles, construidos en las viejas escuelas de este pueblo de Cenero gracias a un programa autonómico de rehabilitación de estos equipamientos en zonas rurales. Además, la mala calidad de los materiales y la pésima planificación de la empresa constructora hacen inhabitable el lugar. De nada han servido las reiteradas quejas que los afectados han remitido a Vipasa, el organismo público al que pagan el arrendamiento y que da la callada por respuesta.


Ignacio Guerra rebosaba felicidad el día que la consejera de Vivienda, Noemí Martín, le entregó las llaves de su piso de 56 metros cuadrados. Aparentemente, era un hogar confortable, con salón y cocina en una planta y habitación y baño en otra. Aunque estaba a varios kilómetros de su puesto de trabajo en el centro de Gijón, Guerra abandonó de buen grado su anterior casa en Tremañes y se fue a vivir al campo. «Me pareció que era una oportunidad única, porque después de haber participado en varios sorteos, por fin tuve la oportunidad de que me tocara algo», relata ahora. Nada más lejos de la realidad.


A los pocos días de llegar a su nuevo hogar, descubrió que casi nada era como le habían prometido. No había ni agua ni luz, y en las paredes ya asomaban unas preocupantes manchas oscuras. «Pronto entendí por qué habían tardado más de un año en darnos permiso para entrar», asegura. Tras varias semanas de tensa espera, los responsables de Ojensa, la empresa constructora, restablecieron los suministros básicos. Pero los problemas se multiplicaron.
«Ahora cada vez que llueve, veo cómo cae el agua por las paredes», dice el joven sentado en el sofá, situado a un metro del fregadero. En un principio, los responsables de Vipasa le «prestaron» un deshumidificador para paliar las constantes inundaciones. A las pocas semanas, se lo quitaron. «Me perdonaron el alquiler de dos meses, pero lo que yo quiero es pagar los 120 euros y poder vivir en un lugar normal», se lamenta.


En el piso de Horacio Villaverde la situación es aun peor. Los treinta metros cuadrados que comparte con su novia y dos perros se han convertido en un infierno. «Las humedades nos invaden», dice. Además, por la puerta entra la lluvia y el frío, una de las ventanas no se puede abrir porque choca contra el grifo del bañal, la madera de las escaleras que suben a un pequeño ático se ha levantado y el velux de su habitación no tiene persiana. En diciembre, dejó de llamar y enviar escritos a Vipasa. «No nos hacen ni caso, es como si no existiéramos», se lamenta.


Villaverde, como el resto de los residentes, pudo acceder a una de estas pequeñas viviendas porque tiene menos de 35 años y su sueldo es inferior a los 1.800 euros mensuales. Tras el sorteo, adquirió el derecho de arrendamiento por 25 años, sin opción de compra y con la condición de que nunca supere las ganancias fijadas inicialmente. «Era la única forma que tenía para poder independizarme», explica. Por eso, exige una solución urgente a los responsables autonómicos. Una solución que, por el momento, no va a llegar. «Se escudan en el papeleo para no dar la cara», afirma a la entrada del inmueble, mientras recuerda las palabras que la consejera de Vivienda les dedicó el día de entrega de las llaves. «Nos gusta presumir de ayudar a los jóvenes», comentó entonces Noemí Martín.

 

Noticia LNE de GIJON

sábado, 6 de marzo de 2010

El nuevo túnel entre La Calzada y Tremañes abre mañana al tráfico

Finalmente parece que ya se inaugura el tema del famoso túnel, que pese a todo su diseño, en parte no cuenta con el beneplácito de algunos usuarios/as ya que su transito con tantos recovecos y esquinas hacen desconfiar a ciertos usuarios/as ya que “temen encontrarse con alguna sorpresa en esas malditas esquinas con se  ha adornado el pasadizo.. Ver veremos que depara el susodicho pasadizo, que es cierto que comunica al barrio, pero de una forma tangencia, metiendo en plena aldea el trafico pesado, y no comunicando a esta con el resto del poblamiento, lo suyo era el soterramiento de las vías hasta el Puente Seco, eso hubiera liberado terrenos, hubierase podido articular por encima una mancha verde tipo Jardín y se hubieran podido dar la mano dos barrios que han estado hasta ahora segregados. Eso hubiera sido lo ideal… lo demás un parche más …

VG

 

Foto: Entrada al pasaje desde la avenida de las Industrias. :: PALOMA UCHAEl nuevo túnel entre La Calzada y Tremañes abre mañana al tráfico

La sala de bombas del pasaje del arquitecto Javier Esteban-Infantes estará controlada las 24 horas por la EMA para evitar inundaciones

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El nuevo paso subterráneo que comunica, bajo las vías, La Calzada y Tremañes abrirá mañana al tráfico. Los coches podrán empezar a utilizar el túnel que conecta la avenida de las Industrias con el Camino del Melón después de las doce del mediodía. Antes de la puesta en servicio, el Ayuntamiento celebrará un acto oficial para honrar la memoria del arquitecto Javier Esteban-Infantes, quien fuera jefe del área de Urbanismo hasta su repentina muerte por infarto en marzo de 2006, a la edad de 45 años. Esteban-Infantes dará nombre al pasaje por el que ya pueden desplazarse los peatones desde principios de octubre.

El fallecido director del área de Urbanismo tuvo una importante participación en el Plan Urban de la zona Oeste, cuyo proyecto más emblemático es precisamente este túnel. También tuvo una vinculación muy directa en la adjudicación del plan especial de vías y en la elaboración del PGOU de 2005 anulado por los tribunales.

La apertura al tráfico rodado del paso inferior supondrá, al mismo tiempo, la recepción de la obra por parte del Ayuntamiento. Y ello conllevará que la sala de bombas del túnel pasará a ser gestionada y controlada las 24 horas por la Empresa Municipal de Aguas (EMA). De esta forma, explicó el concejal Pedro Sanjurjo, no volverán a repetirse inundaciones como las ocurridas antes de las navidades. Aquellas incidencias fueron consecuencia de un robo de cable en el interior de la infraestructura. Los ladrones cortaron el cuadro de energía encargado de suministrar corriente a toda la instalación y también a la sala que procura la evacuación de las aguas pluviales en caso de gran acumulación. Sin embargo, al tratarse de una obra por entonces inacabada «no produjo ninguna perturbación».

Nuevo apeadero

Para acometer esta infraestructura, la contrata Noega Ingenieros eliminó la antigua pasarela que comunicaba sobre las vías ambos barrios. También hubo que mover 50 metros el apeadero de Renfe en La Algodonera, haciendo que desapareciese el desnivel existente entre los andenes y la acera en ese tramo de la avenida de Juan Carlos I.

Pedro Sanjurjo destacó que la entrada en servicio total del paso subterráneo significará «la superación de una barrera infranqueable y la comunicación de dos barrios aislados».

Enlace de la Noticia. EL COMERCIO http://www.elcomerciodigital.com/v/20100305/gijon/nuevo-tunel-entre-calzada-20100305.html