martes, 7 de septiembre de 2010

UN ACTO SOCIAL

Boda 014 La familia García al completo en Laguardia (ALava)

En estos día hemos estado casi la familia al completo en Ollauri, donde vice mi hermana Marigel, y donde finalmente se ha casado su hija  Patricia, lo que son las cosas, apegados a Gijón y a Tremañes, pero los dioses han querido que al final que cada uno busque su hueco, yo en Villaviciosa , o sea más o menos cerca, y mi Hermano en tierras de la Rioja, y allí  disfrutamos este fin de semana pasado de  una boda en plan familiar con sabor asturiano, eso con el amargo recuerdo de haber enterrado no hace muchos días a dos tíos maternos Pepe Luis y Claudio Avelino .

Pero así son las cosas de la vida.

Aquí dejo para la familia de al otro lado de la frontera y para los amigos de Tremañes estas instantáneas que sacó mi Hermano José

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La novia (Patri) y su padre y padrino  y el novio (Carlos)  y la novia (Patricia)

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Los García y Guerra  y una sobrina 
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Sabor astur
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La Comida
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Boda 098 Boda 099 Boda 097
Boda 101 Boda 096 Boda 131 
parte de los García
Boda 140El Fotógrafo y su ligue

Boda 144
La siesta del que suscribe esta cónica

Chusi el fíu de Lola

viernes, 13 de agosto de 2010

Las Bicis en Tremañes

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Dice el dicho popular o el anuncio de las pelis, que las bicicletas son para el verano, y debe ser cierto,  porque siempre tengo la referencia familiar con estos artilugios con los que me llevo pegando desde hace unos 50 años, de utilizarlos  fundamentalmente en verano.
Pero el otro día no sé porque extraña causa, a veces uno cree que está entrando en esa senda  ante la cual es bueno plasmar todos estos recuerdos antes de despedirse de este mundo, bien porque el Oriente Eterno le llame a uno, el GADU no lo quiera, pues tengo muchas cosas pendientes, o bien porque uno teme entrar en esa vorágine donde la realidad da paso a un extraño limbo en el que la memoria es un amplio desierto de referencias inconexas . Que sé yo…. mecanismos del subconsciente.
EL caso es que ese sobresalto al ver algo me vino al recuerdo que en aldea apenas si conocí gente o críos con bicicletas, tengo el recuerdo de mi padre en su bicicleta o en su moto, o mejor dicho en sus bicicletas, tenías siempre varias, y siempre me recuerdo a mi montado en alguna , aún cuando no llegaba a los pedales y me ponían en los pedales aquellos tacos de madera para poder rodar  calle arriba y calle abajo.
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Aparte de los triciclos de madera que tuve , pronto pasé a las bicicletas que quedaron definitivamente unidas a mi vida, con intervalos clásicos de amor y odio. Uno de los recuerdos más nítidos que  tengo es un buen trompazo con una de aquellas inmensas BH de “paisano” en las que metiendo el diminuto cuerpo por entre el cuadro, pedaleábamos calle abajo, claro está hasta que la velocidad ya era un puro vértigo difícil de parar y me veo estampado contra la pared directamente.
Como digo en la aldea recuerdo poca gente con bicicletas, algún paisano para ir a trabajar, pero en general Tremañes era más bien un aldea de andarines; y entre la chavalería lo típico era el futbol, las canicas o las chapas…; tal vez no había dinero para bicicletas, pero a que la zona de la Farmacia  estaba el taller de Valledor,l  siempre con su cachaza y eterno cigarrillo en la boca y el mal humor a flor de piel, que diferencia con su la sensibilidad y el cariño que desprendía su mujer. Su taller lo recuerdo como un gran arca de Noé lleno de carros del país, de ruedas, de trastos y esqueletos de todo tipo artilugios rodantes, y de viejas y remendadas bicicletas.Pero pese a ello solo recuerdo en bicicleta  y haciendo pronto carreras, tras lo juegos de ginkanas en las fiestas de Tremañes  al hijo de Pipo Margaride,  o sea  a Pipo (II) casado con uno de mis viejos amores virtuales.
Era de los pocos críos con bici, y yo creo que el único que competía en las pruebas de infantiles o juveniles en aquel famoso Turanzas Amieva, que tenía su sede y garito en taller que poseía Amieva en la calle Ezcurdia, y donde conocí al alocado y siempre campechano Tarangu, aunque a mi me gustara más el Antonio Menéndez, con ellos hice alguna que otra correría tras su rueda.
IMGRodando por los Ancares

Las bicicletas infantiles pronto dejaron paso a las otras, y entré en el mundo de la emulación del ídolo local que era Pipo Margaride, al que para alguna carrera creo que le pedí alguna vez un culotte, y un maillot, al final creo que me regaló un viejo equipo del Turanzas Amieva de lana , que anduvo por casa años y paños. Me veo de este modo entregado a la bicicleta como competición, horas y horas de entreno, por las mañanas antes de ir al trabajo, salía y andar en bici, recorrido mañanero: Tremañes-Candás por la cuesta Albandi, para volver por la Formiga hacia Ambás y de ahí para casa , desayunar y al curro que era de recadero en bici  en la droguería Deli, donde entré con 14 años .

Los fine de semana  me recuerdo inventando largo recorridos y haciéndolos, Gijón – Villaviciosa- Sariego-  o  Gijón Oviedo –Las Cruces- Mieres- Padrun y la Rebollada y para casa de nuevo…. una animalada que explicaba luego que en las carreras no anduviera ni para atrás y que mi padre tras llevarme a alguna me dejase al devalo por la vergüenza de verme entrar siempre fuera de control.. Era autodidacta y no sé quien me había metido en la cabeza que lo mejor para andar bien en bici era hacer muchos , muchos kilómetros, y ahí andaba yo metido en las palizas mañaneras, en los repartos en bici por todo el término de Gijón, complementado con las vueltas en la tarde en el velódromo de Las Mestas, y la paliza del fin de semana.

Es evidente que no tenía ni preparación física, ni constitución para la bicicleta, pero kilómetros hacía un montón, con 16 años ya sabía de pajarones en solitario de largas y penosas rodaduras: Gijón-Covadonga, así se descubrió la cosa, cuando en una carrera combinada de Juveniles y Aficionados, en la que el Tarangu nos sacó más vueltas que las que había… pero en las que yo entré con los aficionados, y era subir desde Mareo el ALto La Madera, llegar a Noreña y dar la vuelta hasta Mareo, así cuatro o cinco veces, yo era un juvenil de primer año… y fue cuando me vieron fresco como una lechuga entrar con los últimos aficionados, habiéndose retirado todos los juveniles, que habiendo cumplido sus vueltas  optaban por ver que podían hacer en la combinada. Recuerdo que se acercó Amieva y me preguntó: Chaval pero tú cuanto entrenas…? Cuando le conté mis andanzas cayó de culo, ahora entiendo que en las pruebas de juveniles en línea no anduviera para atrás, es que cuando tu empezabas a calentar la prueba se había terminado.

Y era cierto las pruebas eran de 60 kilómetros para juveniles  y yo entrenaba unos 100 kilómetros, digamos que era un fondista nato…. pero tanto entreno, tanta matadura pronto los calambres , las lesiones curadas a base de pedales hicieron mella y odié la bici hasta colgarla durante años…

Luego los que son las cosas, el amor y no tener un duro, ah y un robo en el piso que nos dejo sin nada, por lo cual antes que quedarnos en casa ese verano Carol y el que suscriben descolgó mi vieja bicicleta, y preparé otra para Carolina que apenas sabía andar en bici, yo había hecho dos intentos de viajar en bici, pero volví llorando a casa, entre la depresión y el marchar camino de Sevilla solo, desde Gijón en pleno julio con la torrada castellana no fue buena opción, me recogió una buena señora llorando allá donde Castilla pierde su nombre y empieza la extraña y misteriosa Extremadura, como digo me recogió esa tarde-noche llorando al par de un viejo camino, yo había tirado la bicicleta y me fui andando no se sabe hacia donde ni para qué… la desesperación la depresión y la insolación junto con la ignorancia fue todo un cóctel que acabo con mi presunta fortaleza…

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Pero luego ya con algo más de experiencia y con compañeros y compañeras la cosa mejoró y así la bicicleta formó parte de nuevo de mi vida, he viajado con ella y sobre ella, he recorrido toda España, hasta el 92 no tuve coche, por lo cual todo lo hice en bicicleta, hasta lo poco que conozco de Europa fue en bicicleta , Años de cicloturismo de alforjas, de viajes y más viajes, luego vino la BTT , y el crío y los viajes en familia ….y hoy sigo con la bicicleta, pero sigo notando pocas bicicletas y bicicleteros en aldea.

Chusi, fiu de Lola y el Chus el Chan

lunes, 19 de julio de 2010

RAROS, DISIDENTES, y HETERODOXOS, de Tremañes pocos…

Acabo de llegar de la presentación del libro de Luismi Piñera  sobre “Raros, Disidentes y Heterodoxos . Personajes  de Xixón entre 1850 y 1950” que publica el Ayuntamiento de Gijón dentro del Proyecto de Recuperación de la Memoria Social  de Xixón.
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Acto como siempre entrañable que en este caso se celebró en el Tendeyón del Pueblu d´ Asturies, y el cual uno puedo ver y saludar a los viejos amigos, cada vez uno ve menos amigos, no sé sí porque se van descabalgando de este asunto de la lucha cultural, o porque van engrosando otras listas,  que es dolo hasta mentar.


Lo cierto es que Pachi Poncela lo bordó con su angustia playera que plasmó en la glosa del autor y del libro, y “nun me lo imagino comiéndoi el tarru  a la muyer, pa no follar por la angustia de escribir un prólogo,  pa mí que y salió mejor la presentación de viva voz aunque pierda un tanto velu en vivo y en directo”

En todo caso fue  interesante sentir la heterodoxia,más que verla porque los representantes  que este caso estábamos tan  tan acicalados como fermosos aunque barrigones y alejados de los estereotipos retratados, digamos que éramos la viva de la correctamente la viva  estampa de  lo correctamente político escorado a la siniestra.

Una vez obtenido el el botín, o sea el libro, oteé el índice onomástico y de lugares , y aparte de verme siempre citado por los mismos libros, hay alguno más sobre los raros masones y en este blog o en el de Oriente Eterno ya expuse alguna más de esas rarezas humanas, que por cierto ten  a Luismi picau… y algún vecín más. De todas formas  Gracias de todo corazón  ya uno puede morirse tranquilo  salí en la Enciclopedia de Asturias reseñado,  y de vez en cuando a uno ya lo citan o le mientan  para maldición o cabero de algunos, lo cual también viene a decir que ya estamos en ese parterre  no de las “figuras” sino de los figurines que por edad  están próximos a sestear en la “quintana de los mortos”

Una vez saciada la vanidad personal, busqué la locución o topónimo de Tremañes, y parece que dimos pocos raros , y disidentes y menos heterodoxos, pues solo se cita a Tremañes en tres ocasiones, y una de ellas es para hablar de un luchador gijonés que vino a luchar a Gijón conocido como el RAKU, y el periódico el Noroeste de  1909 realiza una entrevista al japonés gracias a los servicios  de Alberto Entrialgo, vecino y natural de Tremañes, viajero y aventurero que había aprendido  japonés el haber recorrido mucho mundo como maquinista naval. A dicho intérprete lo  pinta el periódico  como antiguo obrero de la fábrica de Loza,  que hablaba correctamente el chino, el japonés, el inglés y el italiano, y algún que otro idioma que chapurreaba como el francés , el alemán , o el vascuence… este lo parloteaba mejor que Arana.

Luego salimos los tremañenses con otros  temas relacionados con los cementerios y la poca dignificación de los enterramientos o la negativa por enterrar a los que nos eran de la cuerda católica.
No me deja de llamar la atención el tema de las Agrupaciones republicanas y anarquistas radicadas en Tremañes que siempre salen a relucir estas agrupaciones de izquierdas, y cuyo poso nunca sentí en la aldea de la que seguramente fueron desterradas.

Pero si bien no tenemos raros y disidentes de alcurnia  en el libro de Luis Piñera, es porque este no se ha documentado bien del todo,(ironía)  porque los tenemos, y porque además no están en la “city del culu moyau” en la tierra de los culturetas de columna semanal.

Tenemos los raros, los ambidextros, los siniestros, los disidentes, pero los nuestros son de andar por casa, y entre esos personajes típicos de la aldea para mi tienen sitio: Marina La Guardesa, mujer de bandera por cuyos predios ferroviarios pasó medio Gijón piropeando a Marina, está también  Conchina la del Nietu… y seguramente que la memoria popular de la aldea, si quiere  podría sacar a relucir alguno más,  que los hay...

En ese sentido Luismi  recuerda y recupera  las cosas tal como eran , o como se constatan en los diarios y en las notas de prensa, que ni eran ni buenas ni malas, ni mejor ni peor, eran tiempos aquellos  malos y revueltos (1850-1950) y hay que tomarlos con humor playu,  y es bueno este tipo de libros en tiempos donde se quiere borrar la memoria histórica, esa que nos retrata y  nos expone  tal   como éramos o   como fuimos,  se debe tener claro que la memoria de los demás también debe ser respetada y tenida en cuenta y no se trata de herir  estimas personales, sino muy al contrario se  trata de sacar de la añoranza con cariño esos viejos recuerdos que como posos nos construyen  y que llevamos guardados desde haños, aunque no se entiendan como tal... como viejos daguerrotipos...,  por eso la lectura del libro de Luismi debe ser entendido desde esa perspectiva de escarbar en la memoria colectiva,

En todo caso un buen libro, el de Luismi Piñera, al que leo con fruición y me río a destajo imaginando  como  recopila su buena  tanda de “raros, raritos” y disidentes,  como lo somos el y yo mismo, y como así afirma en la dedicatoria que me hizo en el libro que reseño en  este cronicón.

Como digo buena lectura para este verano,  y espero poder  pergeñar también  esas historias a cerca  de los “nuestros”, que también los hubo, y los tuvimos entre nosotros, es evidente que no tienen  la notoriedad de los que presenta Luis Piñera, y ni tengo su pluma, que para mi la quisiera, ni nosotros los de Tremañes tenemos ese “fer play” de encajarlo todo, ni se de ser moderados  en el decir ni en el expresar, pero aún así con todo, Gracias Luismi por el libr.

Chusi, fíu de Lola y el Chan.

jueves, 15 de julio de 2010

TREMAÑES «Somos un barrio muy particular»

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Representantes de la asociación San Juan Bautista posan en el apeadero de Feve en Tremañes. De izquierda a derecha, José Luis Mata, José Ignacio Jonte, Pablo Montes Cueto, Pilar Córdoba con la pequeña Ainara, Fermín Entrialgo, Noelia Vázquez y Constantino Alas, presidente del colectivo vecinal. :: P. CITOULA

San Juan Bautista Junto a Roces, Tremañes es la única parroquia que combina en su territorio elementos urbanos, rurales e industriales

15.07.10 - 03:08 -
POR JESÚS ESCUDERO |

  • Tremañes es una zona tan heterogénea que ni los propios vecinos se ponen de acuerdo en denominarla barrio o parroquia, al utilizar ambos términos indistintamente. La proximidad con el casco urbano lo convierte prácticamente en un barrio más de la ciudad, pero su relativa lejanía es una ventaja para la instalación de polígonos industriales y fábricas en un ambiente antiguamente dominado por caserías y ganado. De ahí que Constantino Alas, presidente de la asociación de vecinos San Juan Bautista, asegure que «somos un barrio muy particular, porque tenemos tres partes: rural, urbana e industrial. Sólo nosotros y Roces compartimos estos tres aspectos, aunque en el caso de Tremañes los elementos están bastante definidos».
La llegada de las industrias y la proliferación de viviendas residenciales fue consecuencia de un largo proceso de desmantelamiento de las numerosas chabolas que abundaban en la parroquia a finales de los setenta. «Tremañes era un barrio chabolista, con mucha marginación y bastante delincuencia. Era una zona muy deteriorada y a la que no se miraba mucho», rememora el portavoz vecinal. Por está razón, surgió la necesidad de crear una asociación de vecinos «porque la de Evaristo Valle no quería saber nada de los gitanos, ya que se creó expresamente para atender las necesidades del poblado que hay más allá de carretera de Tremañes». No obstante, Constantino Alas aclara que «ahora no hay ningún problema entre ambas asociaciones, ya que ellos atienden la zona de arriba y nosotros, la de abajo».

Precisamente, en esta parte de la parroquia de Tremañes era donde se concentraban las chabolas, el principal quebradero para la asociación San Juan Bautista durante muchos años. «Eran tiempos difíciles, donde los antiguos presidentes vecinales se podían jugar el pellejo. Al final fuimos consiguiendo erradicar el chabolismo poco a poco», comenta Alas.

Una zona en expansión

Para ello, el Ayuntamiento, a iniciativa de la asociación vecinal, emprendió una serie de medidas entre las que destacaban una ciudad promocional y la construcción de casas sociales y pisos de acogida. «Se intentó hacer lo mejor posible para que la convivencia no fuera mala con el objetivo de erradicar el chabolismo pero incorporando a estas personas a la sociedad. Además, la mayor parte de esta gente se fue diseminando por todos los barrios de Gijón», subraya el máximo responsable del colectivo San Juan Bautista.

Constantino Alas reconoce que la erradicación del chabolismo favoreció la llegada de numerosos vecinos al barrio, lo que se tradujo en «una evolución enorme». «Antes Tremañes era un lugar que estaba fuera de sitio. Ahora, en cambio, nos encontramos que cualquier persona viene con toda la tranquilidad del mundo», asegura. Y añade: «Tremañes es un barrio en expansión. En los últimos diez años la población ha crecido por el 'boom' inmobiliario».

Polígonos en la ciudad
El desmantelamiento de las chabolas de Tremañes provocó una liberación de terrenos que fue ocupada por los polígonos industriales de Bankunión I y II y Mora Garay. La llegada de estas infraestructuras no afectó en exceso a los vecinos, ya que en aquel momento «Tremañes estaba algo alejado del casco urbano», una situación que ha cambiado radicalmente con el crecimiento de la ciudad hacia el Sur. «Nos encontramos con que estos polígonos están ahora en pleno casco urbano, muy próximos a las nuevas estaciones de trenes. Si se pudieran poner más al exterior, donde el nuevo polígono de Lloreda, quedaría una zona urbanizada y preciosa para unir y cerrar el casco urbano», proponen los dirigentes vecinales.

Además, con la apertura del paso subterráneo con La Calzada y la adecuación de nuevas zonas verdes, la situación de Tremañes ha mejorado enormemente, hasta tal punto que Constantino Alas reconoce que «somos un barrio que ahora mismo no tenemos grandes problemas, ya que hemos solucionado el aislamiento que teníamos». Aun así, la asociación San Juan Bautista reconoce «un pequeño problema con EMTUSA» en las últimas semanas por el recorte de la línea 14.

sábado, 12 de junio de 2010

LOS CINES DE MI VIDA. El cine Rivero yotros…


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Foto César
Los cines siempre han conformado una parte importante de mi vida, y digo muy importante porque en ellos pasé muchas horas.

Mir primera impresión cinematográfica está relacionada con el Cine de Los Campos Elíseos de Gijón ,  (situado en el cruce hoy en el arranque  de la calle Uria, calle Ramón y Cajal y Avenida de la Costa, donde hoy está el edificio  de Banco Banesto 

Dicho cine fue inaugurado en  1876, bajando su telón en los comienzos de la década de los 60, o sea que si nací en Enero del 55, debí  ir con  mi señora madre… (no recuerdo a nadie más y si lo recuerdo digamos que era una nebulosa) siendo  muy pequeño.

El día de la sesión que creo que habíamos ido, fue aprovechada para llevarle la comida a mi padre como encargado de obras del Hotel Miami, hoy Príncipe de Asturias, y tras ello nos fuimos un buen rato a la playa  donde me recuerdo jugando con aquellas paletas de madera y los cubos de plástico,  luego nos fuimos al cine, o al menos yo lo recuerdo en esa secuencia, pero ya se sabe que la memoria hace extraños juegos …
La entrada al cine se hacía a través de un amplio patio cercado por unas enorme rejas torneadas, luego en el interior que recuerdo como inmenso, con varios entresuelos  y balconadas,  lo que más me llamó la atención era un  un telón impresionante de grande, lleno yo creo que anuncios de colorines…. En cuanto a  la película que creo que debía ser de Jorge Negrete o similar  dado que había temas de rancheras, y en aquella época eran comunes las películas de este actor
A ese cine como chaval de aldea fui poco, era costoso y largo el trayecto por lo cual había que ir siempre acompañado.
La aldea no tenía cine, y lo que más cerca que  nos quedaba era el famoso Cine Rivero de La Calzada  un gran edificio de ladrillo rojo a “cara vista” con dos plantas  (luego la distribución era  Butaca y Entresuelo y Gallinero) con una capacidad para  700 personas)  se inauguró dicen los cronicones  en 1931 y se cerró en 1979, Estaba situado casi frente por frente a la entrada del Ateneo de la Calzada.

A este cine íbamos en varias tandas,  unas veces  con mis padres que me llevaban a alguna sesión de la noche cuando éramos pequeños y no tenía casi que parentela que aguantar, solo yo,  o como mucho mi Hermana Marigel, y recuerdo los cabreos de los adultos cuando en medio de la película salía aquello de “tengo ganas de mear”

Luego un poco ya más mayores,  el ritual  era irse los Hermanos y amigos a la sesión dominical de las 3 de la tarde, eran películas de espadachines, vaqueradas,  o de  piratas, que eran las que nos entusiasmaban,  y a las que luego sacábamos provecho jugando a indios y vaqueros o piratas o  a romanos durante días. Mi casa era la proveeduría oficial de los elementos para construir el armamento necesario y así revivíamos todo un mundo de ficción. O sea que desechábamos las películas de amor.

La forma de enterarnos de las películas eran por los pasquines que nos llegaba de forma diversa y descontrolada, pero siempre teníamos un correvedile que nos ponía al tanto de las películas.

A la sesión de la tarde  5 o 6 de la tarde,  ya era para mayorones, aunque vez en cuando íbamos, pero ya cuando cumplíamos la edad, luego había otras películas distintas  a eso de las 10 de la noche .

Pero ir al cine era un calvario, había que portarse bien, y que los padres tuvieran ganas de aflojar el dinero para ir al cine y comprar alguna chuchería, no recuerdo lo que valían las entradas, aunque tengo vagos recuerdos de manejar una moneda de aquellas de 2,50 céntimos. Aún así todo puedo decir que vi muchas pero muchas películas.. Griterios de niños, berreando, acomodadores con las linternas, las expulsiones de la sala, el arrojar desde el entresuelo cosas a butacas.

Alguna vez que otra me dejaba caer por el cine del Natahoyo, donde mi tío Agustín trabajaba haciendo jornadas extras como portero, no es que le buscase para entrar pues no había mucho trato , y dado lo introvertido que era pues eso , pagaba religiosamente y para adentro, no lo recuerdo muy bien en su interior ya que fui muy pocas veces y quedaba un rato largo de caminata, por el Camino del Plano, hasta la zona de fabrica Loza y luego bajar hasta el Natahoyo.

Alguna vez cayeron los cines  del centro (Gijón) ya metido en la adolescencia, El FAC en Pedro Duro, el Avenida en Álvarez Garaya , el Roma en la calle Los Moros, EL Goya (1927-1981) al final del Paseo de Begoña ya en los último tiempos dedicado a cine X  donde vi alguna película erótica y sentía y veía  el ir y el venir de los “julandras”,  de las parejas  y los ligues ocasionales, y más esporádicamente visitaba otros cines como  El María Cristina (Calle Corrida) donde vi una película extraña en un secuestro de una señora a la que metían en una especie de corripa llena de babosas  (1943-1983) , El Arango (calle La Merced) (1951-1999) o el Robledo también en la calle Corrida,(1917-1991 había otro que estaba en la calle de San Bernardo:  El ALbeniz, luego estaba el Hernán Cortes, suntuoso y lujoso cerró en 1985. y como no EL Jovellanos  en pleno paseo de Begoña.

En todos ellos vi todo tipo de películas, ah y se me olvidaba aquel antológico cine  de Cimadevilla dedicado al “arte y Ensayo” Brisamar, donde vi una buen tanda de películas francesas  y las peleas en casi todos ellos por el tema de la edad, la prohibición de no ver películas para mayores

Por el cine he hecho locuras, recuerdo que trabajando en la construcción de la factoría  Uninsa con  la empresa Goyarrola Diaz Galvez, me apunté para hacer bachillerato nocturno en el Filial nº 1 de la Calzada , y creo que estuve dos años en los cuales me dedique más al cine que a los estudios, era salir del curro e irme a una clase e irme  directamente para el cine… pasé muchas horas en aquellas sesiones continuas, concluyendo a eso de las 11 de la noche o sabe dios qué hora, y luego andando para casa o bien  por la caleyina de la muerte, o por la carretera del Plano, todo un rodeo…dependía del miedo y del estado de animo y las ganas de caminar.

Todo un trasiego para vivir una realidad que no era la nuestra.

Chusi, el Moliñeru, fiu de Jesus el Chan y Lola

viernes, 4 de junio de 2010

Entre Eros y Rubens


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Hablar de sexo en un aldea siempre es complicado y complejo, y más  en plena adolescencia, en aquellas  tardes de plenilunio estival que  nos ponían entre el calor y los órficos juegos, a pequeños y mayores como  “motos”. Calentamientos y efervescencias  que no iban más allá de la subida de la feromonas….

Eran tiempo que hoy pueden resultar extraños, ahora que tanto se habla de “género” y sexo . En aquellos tiempos claro que había un tiempo para los géneros, cada uno jugaba a sus cosas, ya desde un principio, lo chicos con las bolas y los chicas con la muñecas, lo cual no obstaba para que hubiera juegos infantiles y juveniles  donde forma inconsciente ya nuestro cuerpo y mente se enardecía de forma extraña y desarrollábamos extraños roles  jugando a los médicos y a las enfermeras en el palomar de casa, pero en esa pre adolescencia, se podían decir que eran más los subidones de feromonas que otra cosa, ignorábamos todo sobre lo que era el  sexo.

Todavía no era la época de ir a vigilar parejas, o intentar hacer de ocasional voyeur, vecinal o familiar, éramos en cierto modo precoces pero sin saber muy bien para qué o porqué… jugábamos a los roles de ir enseñando sin saber…., así nos poníamos en manos de aquellas enardecidas enfermeras, y ello nos enardecía como digo de forma extraña, porque luego veíamos al personal femenino bañarse los sábados en el barreño de casa y ello nos dejaba impasibles bajo el ademán de ver que éramos distintos y nos reíamos…

Veíamos a los animales en plena jodienda, perros, gatos, conejos o caballos pero era una rara historia porque eso no lo vinculábamos  con nuestra situación personal de guajes, que en esas calurosas noches veraniegas, juagábamos juntos guajes y guajas, al cascayu, o a la comba, o al corro… que nos entusiasmaba y nos revolcábamos en grandes sudadas, pero esa sensación fuerte del sexo vino mucho más tarde.

El sexo empezó a tener algo más de peso camino de adolescencia,cuando los guajes, nos la mirábamos en conjunto y  ritualmente nos la medíamos para ver tamaños, grosores y formas, y nos quedábamos raramente extrañados de ver lo distintas que eran nuestras “pirulas”, y nos quedábamos medio acomplejados cuando uno descapullaba, y otro no, o porqué la de uno se torcía invariablemente para un lado y la de otros pues colgaba, hay que decir que en ese afán de saber  hasta llegamos a probar de chuparla unos a otros, pero aquello no sabía a nada y tampoco veíamos que hiciera efecto alguno, ya que no se nos empinaba a ninguno, Con lo cual quedo como una pirueta más---

Por eso creo que jugábamos como desesperados al corro, a los juegos de aproximación, a los de roce, ese ir sintiendo al otro, de ir viendo que la atracción existía  y que en nuestra bendita ignorancia, no sabíamos que hacer con todo aquel aquelarre de vueltas, de roces, de jugar a las prendas de besarnos por la presión de los otros, medio a hurtadillas en medio del juego de las prendas y el cantar de las cigarras,  sin que lego buscásemos el hueco el momento para los flirteos.

Eran tiempos donde las preguntas sobre sexo se contestaban con bofetadas o con el castigo eterno, ya no digamos cuando la panda se reunía en aquellos primeros albores a hacerse una paja colectiva, que la verdad no es que fuera muy  común , pero alguna vez lo hicimos, con esfuerzo pues aún no dominábamos ni el Príapo, ni la técnica, luego nos dimos cuenta de que aquello tenía un escenario privado que era cuando más se gozaba, pero también era cierto que ese anonimato hacía también que  desapareciera todo el entramado de mostrarse en público, ya había más cuidado.

Nos hubiera ayudado mucho la pornografía, el erotismo que tanto se denigra, que para mi fue toda una escuela, un aprendizaje tardío pero intensivo, como para muchos de la panda… la verdad es que podíamos presumir poco, y de casi nada---, de novias menos aún, pues las chicas eran contadas, y los noviazgos como que era cosa de mayores, por lo cual era un tonteo de jugar debajo de las ventanas de las guajas que queríamos para novias, por ver si nos veían…., aunque la competencia era mucha y fuerte.

¡Las veces que jugamos debajo de la ventana de Lucia…¡  Primero de Rosita que fue uno de mis primeros amores infantiles y preadolescentes,  y que por su culpa me castigaron varias veces…

Aunque no era culpa suya sino de los golfos de la panda Miguelangel, (el más picardioso) Eduardo, Gelín ….que hacían de picardiar a la moza cuando se quedaba sola en casa y se hacían pasar por mi… y así todas en el mismo carrillo, hasta que se descubrió la coas y mi honra quedó a salvo, pero no las galletas ni los castigos…

Otro de los amores antes de las espinillas afloraran  era Maria José ( de los Taboada) las veces que nos vimos solos, o estuvimos solos y  ver y sufrir  lo que era la atracción y poco más, juegos y simulación, era todo nuestro desenfreno;  también hay que recordar que nuestro mundo estaba lleno de mujeres, yo iba desde pequeño a las “maestras” como Marujina , pechugona y simpática y cariñosa como la que más, luego estaban las hermanas , las primas , etc o vecinas que nos cuidaban…. que trasteaban con nosotros a su antojo y capricho…

Luego las mozas casaderas que nos llevaban y no traían a su retertorio camino de la academia, donde nosotros dábamos las primeras letras de silabario o las primeras lecciones del “Álvarez” y ellas bordaban en aquellos primoroso aros…un trasiego de erotismo entre apolineos guajes y rubeninas mozas ,tarde  de sudores, de entrever bellos.. y alguna que otra puntilla.

Tal vez por eso a mi me gustan tanto las “maduras” porque mi mundo está poblado de ellas, de esa belleza inconmensurable de desbordamientos, de carnes que pujan por salir de hembras con ganas de hombre fatigado por el peso de llevar un bocado a casa…  ese sudar cuando se variaban los colchones en tardes en que se marcaban canalillos, y se perlaban los sobacos, esos arrumacos de las matronas, ese  reboce de las abuelillas entre su abundantes pechos… ese es el sano mundo del sexo en la aldeao lo era.

Cuando había una escena de pederastia o de alguno que iba con guajes, se corría por toda la aldea, se le perseguía y ya no volvía, en esa tierra siempre sabíamos quien el maricón, la puta.. la que se dejaba arrimar… y se vivían con ello como se vive con los vecinos sin aspavientos ni moralinas, aunque andaba todo el día en entre hombres y mujeres.. había una distancia…

La primera vez que tuve una cabal idea de lo que era el sexo, fue cuando jugando a la queda o algo parecido,  los mayorones un par de ellos o tres de cada especie y género  de metieron a jugar con nosotros  en plan de ir a sus asuntos, y el más listillo el Victorón de la guardilla  metió mano por debajo de la falda a una moza y nos  dió a oler la “mojada” de la moza. La verdad es que eso a algunos nos impresionó..

Entonces empezó la búsqueda…. el espiar parejas, cosa complicada pues no había coches, y en todo caso se hacía a medio calzón en un prado de la quintana..  como además íbamos en grupo  siempre  nos sorprendía  que lo interfectos se dieran cuenta de nuestra presencia, y ya a dos leguas, creo que solo logré ver el culo y medio felpudo de una moza, y fue de forma sorpresiva, cuando íbamos una tarde camino de casa, y a la vuelta de un “matu” un pareja en plena jodienda, tal fue el susto que el mozu se levantó como un rayu, dejando a la moza en pleno escaparate, y eso tambien nos sorprendió la longitud del “nabo” del paisano, y la pelambrera  de la señorita… ella era conocida y siempre recordaré su mirada fija en mí y yo estupefacto mirando su felpudo… y esa mirada de complicidad siempre nos acompañó a los dos, pues fueron años de bajar y subir en el autobús juntos, sin apenas cruzarnos una palabra pero con ese secreto en común pues ella era casada..

La maduras jugaron un papel en nuestras vidas, para unos con mejor suerte que para  otros, pues como se decía en el “argot” alguno algo  mojaba aunque solo fuera un arrumaco, aunque hubo algo más que no descubriré, para unos no  fue satisfactorio por lo rápido del vaivén y para ellas parecía que la cosas fuera mejor, por un lado la posible  preñez, para otros la inexperiencia lo que hacía que lo de quedar preñada o empreñar fuese algo más  que una tarea inútil, se quedaba todo por la piernas.

Mundos eróticos de besos y caricias, de sorber olores y calenturas, donde apenas con todo era un juego de aprendizaje ser con el otro y el otro ser contigo. Tiempos de mozas y maduras de apolíneas y rubenianas, de blanquecinas carnes y morenazas en canalillos de rompe y rasga, esa era el mundo.. o el que nos ha quedado prendido en el cabo de la mente

Chusi el Moliñeru, fiu de Jesus el Chan y LOla

domingo, 4 de abril de 2010

SEMANA SANTA con zapatos nuevos

La Pascua, siempre ha sido en al aldea,un momento en los hombres y mujeres sacudían la modorra invernal, para prepararse para el tema de la fiesta que suponía la Pascua “florida”

Lo cierto es que había un cambio de costumbres, yo creo recordar de que no teníamos vacaciones ni antes ni después de la Semana Santa propia, o sea que solo contábamos con los días de Semana Santa, lo cual no era poco.

Eran días de ajetreo para las madres contenerse en los gastos para esos días disponer de unos ahorrillos para poner al personal menor de punta en blanco, siempre recuerdo a los Hermanos/as estrenando, pero poco estreno veíamos en las madres… y en los padres menos aún pues la mayoría no acudían a los misas tan obligatorias de Pascua. AL menos el mío que hacía lo mismo que sus convecinos.IMG_0001

Tal vez algunos más jodidos que otros, porque en esos días lo curas presionaban para que no se trabajara en las huertas complementarias o se efectuaran en las fincas y casas  trabajos ya que eran días dedicados para el señor.

Cuando éramos más  pequeños lo cierto es que todas esas preocupaciones de las prohibiciones, poco nos importaban, ya que ni el baile, fiestas u otras manifestaciones no nos competían, lo nuestro era el anchuroso mundo de la aldea, poder correr de un lado al otro , a Jove, La Camocha, todo eran correrías.

EN medio estaba claro está las cosas de palacio, o sea que había que estar al punto para ir a probar con la sastra, o casa de Maribel el jersey que estrenabas, o ir de compras para probar trajes y aditamentos, de ahí que siempre por pascua teníamos esa pinta de lechuginos, o sea de estrene, eran fechas en que el gran fotógrafo César hacía su agosto , recorriendo las cuatros esquinas de Gijón para sacar fotos al personal…  

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IMG_0003En esas fiestas cuando había televisión , la cosa cambio porque los seriales sagrados, Espartaco, Las sandalia del Pescador, Benhur.. etc hacían su labor de comernos por unas horas el tarro infantil, y entonces queríamos ser como aquellos santos, como Marcleino Pan y Vino, o Fray Escoba, nos arrebataba a todos en un puro ascesis místico del cual se aprovechaba el clero secular de la aldea.

Apretaban con multas a los padres trabajadores de su hacienda  por trabajar en fiestas de guardar y hacia en esta comparsa de colaboracionistas la Guardia Civil que ejercía también su trabajo de presión para que hubiese jornada de brazos cruzados.

Eran tiempos de rutinas, recuerdo que siempre llevaba una palma a mis padrinos, Isidro e Isabel, que vivían en las casas del Estanco, allí ese día había algún bizcocho que mojar en el vino dulce… siempre me gustaba ir aquella casa porque olía diferente… allí comandaba aquellos dos viejecitos Maria, chulapa y mujer enérgica por cuyos perniles y grupa muchos suspiraban, es curioso lo han cambiado las cosas, ahora al personal le chiflan las flacas, en aquellas épocas las que quitaban el hipo eran las rumbosas señoras de  empaque y cuerpo rotundo, altas y fuertes, duras como pedernales y blancas como las azucenas, como María , o la la Guardesa del Carreño.. un estilo al la Otero de Onda Cero… Señoras de rompe y rasga…IMG_0005

Tras llevarle la palma o el laurel , por lo cual podamos de forma natural todos los laureles del marquesado de Tremañes, venía la tarta, siempre envidié a los demás , porque mi padrino Isidro debía estar abonado a la misma confitería y a la misma tarta, porque años tras año allí llegaba una tarta de crema que no gustaba a casi nadie, y además no estaba coronada por los espectaculares huevos de pascua, esos rechonchos huevos de chocolate que le ponían a mi hermano o mía hermana, aunque con respecto a estos monicacos siempre estaba el baile de quienes eran sus padrinos, la madrina de mi Hermana Marigel era Angelita la de Parri, pero el resto era una mezcolanza que nunca se sabía muy bien quien era.. si era yo o mi padre de mi Hermana pequeña…

Para que saberlo ni tenía perras, ni le iba a regalar nada, o sea que si fui padrino de alguien lo llevó crudo toda su vida, porque nunca tuve un duro ni crea que lo tenga.

De este modo se celebraban esos días en casa la Pascua, que tampoco fuera que mi madre fuese muy cumplidora con eso de no comer carnes.. etc..

Chusi