domingo, 26 de agosto de 2007

¡UNAMONOS¡


Aquí aporto todo un documento histórico en el que aparece la parroquia de Tremañes como centro de una actividad política republicana de primer orden.

Triste, muy triste es el aspecto que hoy presenta el campo republicano: apostasías, deserciones, partiducos, jefaturinas, divisiones,frialdades , etc...

Se dilata nuestro pecho al vez que aún quedan algunos fervientes partidarios de la República que tiene por lema en bandera: Unámonos, que la unión constituye la fuerza".
El indeferentismo,, la frialdad en las luchas políticas y de clases la muerte de la democracia, el abandono de los más sagrados derechos de la humanidad en manos de los opresores.
Queremos la muerte de la monarquía, y, lejos de luchar dormimos. Clamamos uno y otro día, un año y otro contra toda clase de privilegios y contribuimos a sostener el más abominable de todos; el del nacimiento.

Digna de aplauso, y respeto y admiración es para los amantes de la fraternidad y la justicia la campaña emprendida por las Dominicales en favor de la Liga Republicana.

Que importa que nos apellidemos federales, centralistas , progresistas. No queremos todos la República? O más bien ¿No luchamos todos contra un sólo enemigo?

A qué pues, destrozarnos en intestinas luchas que no solo resultan estériles, sino favorables a la monarquía. Dentro de una Liga Republicana bien pueden caber cuantos aspiran a la restauración del gobierno que desee el pueblo. por lo menos el que desee la mayoría.

Pero aún más sensible que la división en el campo republicano, es la división entre las huestes obreras, conste que no hago separación entre republicanos y obreros .
Pues qué ¿No son obreros los republicanos? Me refiero a la guerra sin tregua que el socialismo hace a los republicanos, especialmente a los federales, apellidándoles burgueses.
¡ Burgueses los federales¡ ¡Burgués un partido compuesto de obreros¡

Voy a concretarme en lo que sucede en esta industriosa villa.

La inmediata parroquia de Tremañes, compuesta casi toda ella de labradores y obreros de fábricas, es , desde hace muchos años federal en casi su totalidad. Auí es donde los socialistas han establecido su campo de guerra.

El día primero del actual (diciembre 1894) los federales daban una especie de conferencia de unión en el local del Partido Federal en Tremañes. Los veteranos Molina-Martell, catedrático de este Instituto y presidente del Casino federal, y Carreño, medico de esta villa, así como el joven Estrada, pedían al elementos socialista una unión franca y sincera, sin que esta unión implicase exigencias de abdicación alguna.

¡Unámonos¡- decían - para arrebatar el poder a nuestros opresores, para conquistar el el poder para que el pueblo se gobierne pos sí solo. " Este es el primer paso en la senda de la enmacipación humana".

A este llamamiento franco, leal y sincero, hijo del amor que todos profesamos a la gran causa de la redención de la humanidad, contestaban en un "meeting" soccialistas el domingo 11 (noviembre): "Nosotros nos atacamos a los monárquicos porque son partidos muertos, nuestros tiros van dirigidos a los republicanos de cuyas filas hemos de nutrir las nuestras; guerra sin tregua a los partidos republicanos "

¡ Qué apasionamiento¡ Las formas varían, el fondo queda.

Gobiernese el pueblo por sí mismo, ya sea con el sistema federal, ya con el socialista, pero no prolonguemos con nuestras divisiones los privilegios del nacimiento, que son oriegen de todos los demás privilegios.

J.R. 29 noviembre de 1894 En las DOminicales de Librepensamiento (Madrid)