sábado, 21 de junio de 2008

La “foguera de San Juan”


La “foguera de San Juan”

Llega de nuevo San Juan, y con la festividad, “les fogueres”, que hoy en día son un remedo de aquellas otras que durante el franquismo se encendían por los barrios y aldeas asturianas.

La de Tremañes, la recuerdo como grandiosa, y debía de serlo pues aunque en aquellos tiempos de tierno infante, uno paseaba poco por el resto de la parroquias y aldeas gijonesas, por no decir nada, pues además en esta época coincide que además de ser tiempo de quema en Tremañes se da la circunstancia que es la festividad de la parroquia que está bajo la advocación de San Juan.

En aquellos tiempos, tendría el que suscribe, unos 8 o 10 años y recuerdo dos emplazamientos de foguera, sin saber fechas exactas ni su correspondencia espacial, una de ellas era el espacio que había entre el chalet de Gregorio y el bar de Dorina (La Bolera), y otro emplazamiento era, o fue en alguna ocasión, en el propio “prau de la fiesta” aquel que lindaba con la vía del Feve, y que llegaba a un bar, del que ahora no recuerdo el nombre, y por el cual he discutido con mi madre, que me negaba la existencia de ese bar.

Eran tiempos de GIFESA, que premiaba las mejores hogueras, en las que se esmeraba buena parte del barrio, siendo leal no a los hechos acontecidos, sino como unos los recuerda, el patrimonio de echar adelante las hogueras en Tremañes, era algo así como de la gente del Plano, o sea la gente que se rodeaba entorno a Gregorio, aquel culto ingeniero con taller en Tremañes, y las hermanas Reugeot, y la gente de la Bolera, las cuales pasaban horas y horas en torno a la construcción de la foguera, muñecos, lemas e ironías varias.

Me daba la sensación de que era como un núcleo cerrado sobre sí mismo, y en el que participaban poco vecinos, salvo los de aquella zona, pues nunca oí en casa lo de ir a participar en las labores de la “foguera”, salvo un año que no sé por qué motivo nos fuimos toda la familia al patio trasero de la peluquería de señoras de Reugeot, y allí nos entretuvimos en rellenar paisanos y paisanas de paja.

Como digo, es toda una nebulosa el tema de las fogueras de Tremañes, lo único que me queda nítido solos las impresionantes quemas de la foguera con aquellos muñecos y los carteles que antes de prenderle fuego el vecindario y los visitantes se entretenían en ir leyendo.

Habría que ir leer la prensa de la época para ver lo intenso que era la foguera de Tremañes que yo creo que llevó algún que otro premio de GIFESA ( GIJONESA DE INICIATIVAS,FESTEJOS Y ATRACCIONES)

Recuerdo eso, cientos de personas bajando a la fiesta: vecinos, y familiares, y visitantes, y como no, las comilonas en casa con los más cercanos y en las cuales no faltaba el arroz con leche y las cuatro perronas para ir a gastarlas al tiro, o subir a las lanchas, y las escorribandas de unos a otros, con la tirada de corchos con los cuales nos ganábamos algunos sopapos de la familia o de algún vecino. Eran correrías que de noche tenían su pasión levantarles las faldas a las mozas, y correr de ellas, o de las parejas que perseguíamos por las caleyas de la zona.

La foguera desapareció al igual que la fiesta, cuando la parroquia se fue consumiendo ganada por la fiebre constructora de los polígonos que asolaron y asolan a Tremañes.

Es una historia esta de San Juan y las fogueras, que espero que un buen día recoja mi buen amigo Piñera.

Victor Guerra

domingo, 15 de junio de 2008

Psicofonías en Tremañes

Hace unos días una buena amiga me enviaba las referencias de unos blogs en los cuales salía a relucir la aldea de Tremañes.
Se trata de blogs dedicados a la cuestiones paranormales, y uno de los trabajos que extraigo de uno de ellos, se refiere al Caleyón,
Un camino, hoy ya restaurado, firme y muros, pero que conocí hecho unos zorros, basuras y siempre muy olvidad, que creo haber recorrido a toda velocidad un par de ocasiones siendo crío allás por los años 68 y nos daba pánico

Mis primos de Santa Barbara, los Guerra, y los chavales de Santa Barbará evitaban toda esta zona.
Yo pasaba por delante de tal caleyón cada vez que visitaba a mi primos, pues hacía el itinerario desde La Fuente por la Quintana, subía por la Torre para entrar en Santa Barbara, doblando por encima del Caleyón, que en su comienzo ofrecía aquel aspecto de total abandono. Valga este documento que se extrae de estos blogs que se citan para recobrar también una parte de la aldea.

Victor Guerra

Gracias a los Blogs GRUPO GAIPO y el MUNDO PARAPSICOLOGICO

rtículos

El Caleyón de la muerte.

A las afueras de Gijón, en el poblado de Santa Bárbara, me comentaron que existía un lugar marcado por la tragedia, nuevamente, de la guerra civil. Fusilamientos, asesinatos, emboscadas, víctimas inocentes condenadas por encubrir a presos de distintos ideales políticos e incluso gente traida de fuera de Asturias eran aniquilados sin posibilidad de defenderse ante los ojos testigos únicos de los fascistas.

Artículo realizado por David González García, Iván Lanza, Francisco Pérez, Lucía González, En la fotografía y demás material del grupo Gaipo y Mundo Parapsicológico Asturias: Antonio García, Laura, Nosti, Loli y Toto.

Estas tragedias como citabamos en el artículo “muro de los fusilamientos” son lugares por desgracia bastante abundantes en la zona norte de España, también destacar su destino, fosas comunes. Aún hoy en día se publican nombres de desaparecidos en aquellos tiempos cuya familia aún no saben de su paradero.

Entrada, "La Ruta Verde"..

Aquí, en un pequeño recobijo de la geografía astur, durante los años 1935 a 1945, fue lugar marcado por la tragedia, por la catástrofe nuevamente de la dictadura en España.

Estos lugares, cargados de fuerte impregnación, suelen dar como resultados increíbles psicofonias u otro tipo de manifestaciones que se puedan registrar.

Hace un mes nos comunicaban cierto testigo del cual no podemos dar el nombre, pero que nos acompañó durante el reconocimiento del lugar, que en una de las casas circundantes se celebró en una ocasión una curiosa sesión oui-ja. Durante esa sesión, los objetos que adornaban dicha habitación comenzaron a moverse solos, tal vez por alguna energía desconocida, y duraron durante varios días. Esa casa hoy pertenece a otras personas. El diálogo en aquella ocasión fue demasiado claro. Hablaba de miles de muertos que sufrieron el final de su vida en aquella zona, y en concreto uno era el contacto, resultó ser un familiar de la persona del testimonio.

Nunca había oido hablar de él, pero certficó el nombre y apellidos dado con el testimonio de su abuelo, el cúal ya no vivía en esa zona, si no en un pueblo fuera de Gijón.

El grupo preparando el equipo técnico usado en la investigación.

El grupo Gaipo y los miembros de la delegación asturiana de Mundo Parapsicológico no dudamos en trasladarnos al lugar con todo el equipo portátil posible para realizar un completo estudio de la zona así como registrar el mayor material posible para ser analizado en nuestros laboratorios.

La noche del 28 de Septiembre del 2006 esto fue lo que ocurrió.

Iván Lanza Alaez, compañero de Gaipo e investigador de la delegación asturiana nos relata:

Vista aérea del lugar.

En las afueras de Gijón, exactamente en el barrio de Santa Bárbara, se encuentra un lugar con una historia trágica. Se trata del llamado “caleyón de la muerte”, conocido así por los habitantes del citado barrio, debido a la trágica historia del lugar, ya que en tiempos de la Guerra Civil española, los paredones que flanquean este camino, eran usados para fusilamientos.

Como en otras ocasiones, parte del grupo GAIPO se desplazó a este lugar con el fin de encontrar rastros del dolor sufrido por los fusilados e incluso de los testigos de estos hechos, en forma de psicofonías, manifestaciones o cualquier otro fenómeno que pudiéramos registrar, ya que estos lugares marcados por la tragedia son normalmente los mas propicios para obtener este tipo de fenómenos.

El grupo de investigación.

El grupo de esta investigación estuvo formado por nueve miembros: David, F. Javier, Antonio, Laura, Lucía, Loli, Nosti, Toto e Iván.

En el momento en que estuvimos todos reunidos, empezamos a trazar un plan de trabajo. Comenzaríamos recorriendo el camino, tomando fotos en toda su longitud, dejando a la par grabadoras conectadas, exactamente dos de cinta magnética y una digital en distintas zonas. El siguiente paso fue hacer sesiones de grabación a través del portátil haciendo preguntas y dejando espacio entre ellas para comprobar si algo quedaba registrado en forma de respuesta. Finalmente realizamos una sesión de ouija con el fin de obtener algún “contacto” que nos pudiera informar sobre los sucesos ocurridos en este lugar.

Además de los medios técnicos antes expuestos, también se usaron dos cámaras de video que grabaron varios momentos de la investigación y la sesión ouija completa y dos cámaras de fotos digitales para los mismos fines.

Centrándonos en el lugar, se puede decir de él que se trata de un camino angustioso ya que además de ser estrecho está limitado en sus bordes por muros de unos dos metros de altura en toda su longitud, construidos con pequeñas piedras, que unido a la historia de estos, dan una sensación de respeto. A pesar de las reformas y reconstrucciones efectuadas en los muros a lo largo del tiempo, pudimos hallar y fotografiar en estos, diversos agujeros, presumiblemente efectuados por las balas en los fusilamientos.

Agujeros en el muro posiblemente efectuados con las balas usadas en los fusilamientos.

Tras el arduo trabajo de recopilación de material obtenido en esta investigación y la posterior observación y estudio detallado del mismo, serán expuestos en esta página los resultados obtenidos que más interés puedan suscitar entre nuestros lectores.

El trabajo no fue sencillo, pero si bien organizado. Unos encargados del vídeo, otros de la fotografía, otro de acoplar las grabadoras, escondidas, y marcadas las zonas para posterior encontrarlas, encargados de apuntar e incluso la persona dedicadamente única y exclusivamente a apuntar los ruidos que pudieran incluirse y confundir en el posterior análisis.

La entrada a la Caleya del grupo de investigación.

La caleya de la muerte se compone de dos muros, de aproximadamente dos metros de altura y de 300 de largo. A lo largo del muro, que partes de él han sido caídas y vuelto a recomponer, podemos encontrar si nos fijamos bien las huellas de lo que fue aquella tragedia, marcas de balas, las distingo bien, por qué yo tambíen disparé con fusil de asalto pero no a personas, ni a personas inocentes a sangre fría, como en aquellos malos tiempos.

Unas marcas nos llamaron la atención al final del muro. Unos rectágulos, marcados con pintura blanca de 5 ctm de perímetro más-menos, no nos daban más detalle que el desconcertarnos más. ¿Qué significaban esas marcas? No parecian los típicos graffitis de gamberros.

Entrada al Caleyón.

Después del reconocimiento exhaustivo de la zona, llegaría el momento de realizar sesiones interactuando todo el equipo ordenadamente para sesiones de psicofonías con preguntas preparadas como bien nos enseño en su momento Sinesio Darnell.

¿Qué nos desvelarían esas psicofonias? ¿Captaríamos alguna respuesta? El intento, no uno, sino tres con este método, se nos vino abajo. De cierta forma, en el ordenador unos cables de alta tensión que se situaban encima afectaba de cierta forma con un peculiar zumbido llegando a tapar no solo nuestras voces, sino cualquier posible respuesta. ¿Sería este el motivo lógico o algo más causaba la interferencia? El trabajo de análisis en laboratorio de las grabadoras nos desvelaría la respuesta.

Iván colocando la grabadora en uno de los puntos elegidos.

Pero no solo quedaría aquí la investigación. Realizaríamos una sesión oui-ja, grabada y fotografiada en todo momento, para ver si algo de nuestro subconsciente o bien algo desconocido, nos daba las respuestas que tanto deseábamos saber.

Lucía González, nos comenta de esta manera lo sucedido:

Un grupo inusual de investigadores de Gaipo, ya que normalmente por cuestiones laborales no podemos juntarnos este número, nos trasladamos a Santa Bárbara en la noche del jueves donde realizamos un trabajo de campo colocando a lo largo de un paredón de unos 300 m varios medios de grabación con resultado cinco psicofonias bastante interesantes expuestas abajo y realizando numerosas fotos donde además de las famosas orbes, en una de las fotos realizada por Toni se aprecia algo realmente extraño ¿puede realmente tratarse de caras y una figura extendiendo los brazos? ¿o simplemente efecto de la fotografía? Lo cierto es que se realizaron multitud de fotos y en ese mismo ángulo también. Otra foto extraña sería las tomas seguidas en la sesión ouija, ¿Por qué se desplaza la luz de esa forma al final si no hubo movimiento? ¿psicoimagen?


Marcas blancas en el muro.

A lo largo de dicho paredón aparecen varios agujeros de bala suponemos que de fusilamientos de la dictadura así como llegando al final del paredón varias marcas con tiza blanca sin mucha explicación hasta el momento. (ver fotos)

Durante toda la investigación se realiza grabación con cámara de video y posteriormente cámara con trípode en cuyo análisis no se aprecia nada inusual al menos en estos primeros análisis.

Cuanto a posibles psicofonías con el equipo portátil para interacturar existía una dificultad para el sonido y eran varios postes de alta tensión que producían ciertos pitidos . En varias zonas del lugar, en concreto en 3, se realiza por medio de un ordenador portátil y micrófono amplificador de sonido varias preguntas al aire realizadas por todos los investigadores en las que no se aprecia casi sonido alguno aparte de pitidos continuos y zumbidos.

Ya en último término realizamos una experimentación con la OUIJA, al no existir mucha luz colocamos 3 velas alrededor de la misma y nos colocamos en principio 6 personas en círculo, realizamos los ejercicios de relajación previos y tras concentrarnos en el master, siendo la persona sensitiva en toda la sesión David, al realizar una serie de preguntas, el intento es fallido por lo que volvemos a intentarlo pasados unos minutos.

En este segundo intento nos colocamos 5 personas alrededor y posteriormente 4, el master comienza a deslizarse sin un sentido aunque a preguntas concretas responde claramente SÍ O NO. A la pregunta de cuantas personas habían muerto allí y que realizamos varias veces responde colocando el master sobre la numeración y aproximándose casi exactamente en todas sus respuestas.

A la pregunta de si podría leernos la mente a lo que respondió sí, y tras que cada uno de los participantes pensase en alguna letra, no acertó nada más que con Laura en 2 ocasiones por lo que pudo deberse a la casualidad…


El grupo durante la investigación.

Me llamó la atención que antes de comenzar la OUIJA estaba con una temperatura corporal normal y tras acabar, tenía prácticamente una hipotermia… cuando otros colaboradores no acusaron esta bajada de temperatura y el contraste de temperaturas se produjo en muy poco tiempo…

Las fotos hablan por si mismas. Abajo, podemos ver la foto antes mencionada, la original y seguidamente, marcado y ampliado con cierto recorte y contraexposición de contraste, para que puedan distinguir lo que nos ha llamado la atención.


Fotografía que nos llamó la atención.

Psicofonías obtenidas.


David Gonzalez escuchando las psicofonías.

Las psicofonias, no destacan por la claridad de las inusuales, pero si son entendibles:

1 "Ángeles o Angel" parece decir una voz en una de las grabadoras de cinta magnética. La voz parece corresponder a la de un hombre que grita lejano.

2 "Hay alguien en mi nicho". parece decir. Una voz totalmente anómala, ronca y grabe.

3 "¿A ti que te pasa?" Dice una voz aguda, respondida por una grave y clarisima psicofonia que de voz grabe atrona diciendo: “MATAR”

4 Disparo y gritos. Esta es la que más llama la atención, captada exactamente a las 00:45, puede oirse un disparo, y después lo que tal vez puedan ser unos gritos o lamentos. No habia ningún ruido alrededor.

5 Mata. Unos gritos, y de nuevo la voz ronca, grave e imponente que dice “MATA”

La sesión de ouija poco desvelo. Los sensores de movimiento no saltaron en ningún momento por ninguna fuerza extraña, sin embargo, un mensaje de la tabla nos develo, sea cierto o falso dado que los datos son imposibles de saber con certeza, que allí murieron 3056 personas en los alrededores del muro. El resto carece de importancia… ¿Acaso estos lugares trágicos estan cargados por alguna especie de energia? Por lo menos para nosotros en lo que se refiere a las psicofonias nos parece que sí…