viernes, 6 de marzo de 2015

LAS ALMAS ENSOÑADORAS DE TREMANÑES

Tremañes sueña con unicornios

Ángeles Caso, en el colegio público de Tremañes
VÍDEO
La escritora Ángeles Caso, ayer, rodeada de alumnos del colegio Tremañes. / Daniel Mora
  • Los pequeños del colegio le cuentan a Ángeles Caso uno de los cuentos del libro que escriben

Los pequeños del colegio público de Tremañes sueñan con unicornios, con niñas valientes que diseñan máquinas mágicas, con un castillo encantado y con la bruja Maruja. Sueñan con periodistas que resuelven misterios y con piratas que juegan con los niños. Pero, sobre todo, los pequeños del Tremañes sueñan con ser escritores. Y ayer hablaron de su sueño con quien mejor les puede contar cómo es el oficio. Ángeles Caso pasó la mañana con los alumnos de 3, 4 y 5 años y se sometió, encantada y divertida, a sus preguntas. «¿Tú cómo escribes? ¿Y cómo se hace un libro? Nosotros queremos ser escritores, ¿hay que trabajar mucho? ¿Te aburres? ¿Cuántos trofeos tienes? ¿Quién hace la portada del libro? ¿Qué libros te gustan? A nosotros los de princesas...».

Tienen muchas cosas que aprender, porque su propio libro de cuentos y poesías verá la luz dentro de unos meses, gracias a la campaña de micromecenazgo que llevaron a cabo, a través de una editorial digital. Por eso, en estas semanas realizan talleres de creación literaria que les ayuden en su tarea. Hace unos días les visitó la dibujante asturiana María Luisa Torcida y ayer le tocó el turno a la escritora, ganadora del Premio Planeta 2009. Y como no hay mejor manera de explicar las cosas que haciéndolas, eso hizo Ángeles Caso.

«¿Cómo escribo un libro? Pues primero pienso la historia... Por ejemplo... Hay una niña que se llama Inés. Inés tiene una estrella. Y un perro, que se llama Ghandi, que es pequeño y simpático». Y entre todos imaginaron a Inés y a Ghandi, bañados en polvo de estrellas, volando «hasta el 'sielo'», y conociendo el paraíso que allí se esconde.

Esa era la histora de Ángeles Caso, quien admitió que le gustan los libros «de chicas valientes». Pero los pequeños tenían la suya propia. La historia de Carla y 'El misterio de la máquina de los 1.000 unicornios', que le contaron a la escritora entusiasmados. Lo primero, por lo tanto, es pensar la historia. Y después escribirla. En el ordenador, que con boli y papel ya no lo hace (casi) nadie, les explicó la escritora.

Y pelearte con las palabras porque «como los niños, unos días se portan bien y otros se portan mal». Y leer, leer mucho, porque «es lo más divertido que hay en el mundo». Bueno, eso y saltar a la pata coja, añadieron los pequeños. Intentaba convencerles Ángeles Caso que lo es por encima de la televisión y el ordenador, aunque tan solo pudo llegar al acuerdo de que lo mejor es repartir el tiempo entre todo.

Anda estos días el colegio de Tremañes lleno de actividad. También en esta semana, el AMPA de la escuela infantil, en coordinación con la del colegio de Primaria y con la colaboración del DGT, han organizado una charla sobre seguridad vial y sistemas de retención infantil. Muchas familias participaron en el taller, que contó también con la ayuda de Astur Wagen y de la tienda Carlitos.





martes, 3 de marzo de 2015

CONTRA LA CONTAMINACION QUE SUFRE TREMAÑES

Empresarios de Somonte se unen a los vecinos en su queja contra la aluminera  Gerentes de factorías con decenas de empleados advierten a Moriyón de que se plantean abandonar Gijón por las emisiones contaminantes de Alusigma

Reunión, ayer, entre la Alcaldesa y representantes vecinales y empresariales de la zona de Somonte.
Reunión, ayer, entre la Alcaldesa y representantes vecinales y empresariales de la zona de Somonte. MARCOS LEÓN
P. TUÑÓN Las emisiones contaminantes de Alusigma, la planta de fundición de aluminio situada en el polígono de Somonte, han puesto de acuerdo al movimiento vecinal de Tremañes y Porceyo y representantes de empresas y trabajadores del mismo área. Así quedó patente ayer en una reunión entre todos ellos y la alcaldesa, Carmen Moriyón. 

Los gerentes de varias factorías del polígono de Somonte y representantes de los trabajadores de las mismas transmitieron a Moriyón su preocupación por la polución emitida por la aluminera, que, según los vecinos de Lloreda (Tremañes), contamina "dos veces más que Arcelor y siete veces más que la térmica de Aboño".

De hecho, alguno de los representantes empresariales, que suman decenas de puestos de trabajo, llegó a transmitir que se planteaban trasladarse fuera ante las emisiones altamente contaminantes de Alusigma. En la reunión manifestaron con claridad su preocupación por "problemas de salud" que puedan surgir entre los 3.000 trabajadores que desempeñan sus funciones en la zona diariamente.

Empresarios y empleados se suman así a la lucha contra la planta aluminera de los colectivos vecinales de la zona, que forman parte de la plataforma contra la contaminación en la zona oeste. En la reunión con Moriyón explicaron la existencia de malos olores, nubes grises y contaminación atmosférica proveniente del fundido de plásticos, aceites y pinturas.

 Negaron que se tratase de algo puntual y aseguraron que es una situación continuada desde hace años. Incluso contaron que Alusigma transmite también emisiones a través de los portones de la nave, que dejan abiertos día y noche. Todo ello, según contó Moriyón tras el encuentro, redunda en una sospecha grave por parte de los empresarios de que "pueden estar perjudicando seriamente la salud de los trabajadores del polígono de Somonte, así como de los residentes de los alrededores".

Al encuentro acudieron portavoces de las asociaciones de vecinos "La Bareza" y "Evaristo Valle", de Tremañes, así como de "San Félix", de Porceyo; y representantes de las firmas Calumite Ibérica, STB Astur y Delfin Tubes, ésta última con un plantilla de un centenar de empleados.

Carmen Moriyón (Foro) se comprometió a realizar actuaciones enfocadas a exigir a Alusigma, que se sitúa concretamente en el polígono Somonte III, entre Tremañes y Sotiello, el cumplimiento de la normativa medioambiental. Actuaciones que en principio se limitarán a transmitir al Principado las quejas de vecinos y empresarios y apremiarle para que asuma medidas, dado que la alcaldesa rechaza tener competencias en la materia.

La lucha por la contaminación en la zona oeste deja de ser así una batalla exclusiva del movimiento vecinal y suma las fuerzas de empresarios y trabajadores que desempeñan sus funciones en la zona. En este caso, el objetivo es evitar las emisiones de la planta aluminera de Somonte, que se encuentra en el epicentro de una batalla que vive en Gijón su punto álgido.

MARCOS LEON