domingo, 24 de junio de 2007

Jesus ALvarez Medio. "Jesus el del Estanco"

Este es un personaje al que traté muy poco, pues la diferencia generacional era tremenda, pariente lejano de mi familia, al menos eso decía mi tía abuela Rosario Piñera, era y fue todo un personaje, al que hoy encuentro en un libro de Rubén Vega, sobre Cien Años de Cooperativismo. Historia de la Cooperativa de Agricultores de Gijón.

Visitar de pequeño la casa de las hermanas Álvarez Medio, era todo un sin fin de novedades, un montón de hermanas que reunían en torno así una gama inverosímil de gustos, maneras y formas de entender la vida y las relaciones sociales. Entre las hermanas estaban Rosario, afable y popular como ella misma, Amelia un tanto corta, María Luisa, la señora…, Marcelino el hermano deforme, que apenas si veía la luz del sol.

Y en el chalet de enfrente, en torno a una gran finca marcada por una ejemplar panera que daba singularidad a Tremañes y concretamente al barrio de La Fuente, vivía Jesús A. Medio, al que yo veía campar a veces por la casa de mis padres en busca de herramientas, o consejo profesional de mi padre en temas canteriles o de albañilería. Aunque para ser más exactos siempre eran peticiones para arreglar canalones o desatasco de cañerías.

En todo caso era entrar en un mundo de fantasías y desconocido, y que iba desde la amplia tienda de ultramarinos de la época, a la propia finca, que hoy ocupan un montón de pisos, y con ello se perdió toda la dinastía de los Alvarez Medio que se desplazó tras la suntuosa venta a tierras más solilleras.

Mis recuerdos muy viejos de un infancia muy remota, es ver a Rosario Piñera, y alguna de las Álvarez Medio alrededor de unas silla de aquellas pequeñas de mimbre, pitillo en boca, hilando mimbres en medio de un gran galpón que había bajando por la carretera que van desde La Fuente hacia San Juan. Recuerdo las andanzas pro la cuadras de Jesús, donde por primera vez vi un casco de guerra auténtica y un machete, y también un viejo uno de esos Jepp de la guerra de Birmania, según decía el mismo

Hoy encuentro a este personaje en el citado libro, y que quiero rescatar del olvido, pues toda la saga y sus vestigios, fincas y casa en las que vía mi padrino Isidro, han desparecido, no estaría de más dedicarle una calle a los Álvarez Medio en la nueva urbanización que se levanta en los que fueron sus predios, que iban desde la carretera general de Tremañes hasta la linde que marcaba la vía de FEVE, la linde por el Este estaba marcada por el callejón de Conchina del Nietu, y la carretera que hacia el Apeadero del Carreño (FEVE) y la linde del Oeste la marcaban las propiedades de los Medina.

Rescato su figura a través de una entrevista que se publicó en La Casería nº 7 noviembre de 1987, y que recoge el citado libro de Ruben Vega.

A sus 82 años, Jesús Álvarez Medio, conserva en perfecto estado sus recuerdos de pionero d de la entonces Asociación de Agricultores de Gijón, y rememora con añoranza aquellos tiempos en los que todos los sacrificios eran pocos para sacar adelante un proyecto en el que el interés personal de diluía , caso con naturalidad en el de todos los hombres del campo.

Pero eran años de unidad, de generosidad y e formación de un espíritu corporativo, que con la evolución de las circunstancias sociales y económicas se fue perdiendo hasta convertirse en una lucha sorda e individualista de cada agricultor y cada propietario.

Es una pena lo que está pasando entre los cosecheros y los lagareros. Esa falta de entendimiento, esa carencia de posturas comunes que defender y por las que unirse para obtener un mejor resultado para todos no es buena.
Antes todo era más difícil, pero mucho mejor. Recuerdo un conflicto que tuvimos hace muchos años por la importación de carne de Uruguay. Era un problema que no repercutía en los usuarios y que solo atañía a las fábricas de embutidos, pero menuda manifestación que organizamos en la calle Uría. ¡Claro que entonces había mucha unidad y no como ahora¡”


Jesús Álvarez Medio, sería capaz , sin mirar papel alguno de recitar de memoria la importante lista de prohombres de fundaron, allá por 1906 aquella Asociación de Agricultores, que derivó en la Cooperativa de hoy, como entonces trata de unir a todos los hombre del campo en objetivos comunes.

“Entonces también teníamos una publicación La Voz del labrador [periódico que
fundó el francmasón Angel Menéndez Suárez, en el que populariza el pseudónimo de «Casín de la Casona». El mismo que escribió sobre el torero masón Casielles Puerta (blog Masonería en Asturias)].En el grupo impulsor de aquella iniciativa estaban hombres como el Conde Revillagigedo, Jove y Hevia, Rodríguez Sampedro, Domínguez Gil, Felipe Valdés, Anselmo Cifuentes, y otro2
muchos participaron como directores
Solo hace cuatro años que Jesús Álvarez Medio, dejó sus tarea como tesorero al frente de los intereses de la Cooperativa, después de utilizar sus demostradas cualidades financieras durante 12 largos años. Vivió desfalcos, incendios, enfrentamientos bélicos, apuros económicos pero el esfuerzo común y su visión de la rentabilidad patrimonial dela Cooperativa salvaron más de una situación angustiada.

“En la cooperativa estuve doce años de tesorero, pero en realidad desempeñe esa labor durante casi toda mi vida. A los 14 años ya era Tesorero de la Biblioteca Pública de Tremañes, en un tiempo en que la mujeres leían mucho, y no revistas del corazón o novelas rosa como ahora, sino a Perez de Ayala, Blasco Ibañez. Recuerdo que siendo chavales formábamos un equipo de fútbol en el barrio, pero no había dinero para comprar el balón y la bomba de hincharlo, así que decidimos aportar un poco cada uno hasta que consiguiéramos reunir suficiente para comprarlo. El caso es que unas veces por pitos y otras por gaitas siempre se gastaba el dinero, hasta que un día me engargu eyo de recoger el dinero y entonces compramos el balón”

Está claro que este hombre animoso y lúcido, le agradar participar activamente en los comienzos de grandes proyectos sociales, ya que después de poner en marcha la Cooperativa de embarcó en la aventura del Club Hípico Astur (CHAS) de cuya sociedad tiene el número 9 de carnet. Y de cuyas vicisitudes fundacionales tuvo mucho que ver.

Yo soy una persona que me gusta luchar por lo que creo, que no busco el beneficio personal ni mucho menos remuneración por lo que hago, pero precisamente porque tengo fe en lo que hago, no tengo fronteras. Con la razón y la verdad voy donde sea, por ellas no me importa ponerme a mal con nadie


Victor Guerra, alias Chusi, fiu de Jesus el Chan

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